Me hablas de soles moribundos y estrellas que se extinguen y me acuerdo de «Muerte de la Luz» del gordaco de George R.R. Martin y empiezo a hypearme yo solo. Porque pocas cosas tan bonitas hay como el fin de una era, como las luces que se apagan por el resto de una eternidad. De algo así va Solar Flux, aunque sin tanta carga poética. Al fin y al cabo es un juego para iPad, y ya sabemos que en el frío corazón maquero no hay lugar para el HAMOR verdadero. (Lo digo porque yo tengo Android y no puedo jugarlo, cabrones)
Pero ay, qué bonico es. Su propuesta es simple y está bastante optimizada para el entorno táctil: es 2107 y navegamos la galaxia intentando evitar que los soles se extingan. Para hacerlo, tenemos que acumular bolitas de plasma con nuestra navecita e incorporarlas al sol más cercano. A primera vista parece fácil, pero lo divertido de la mecánica es que aprovecha la atracción gravitatoria de las estrellas y para conseguir las mejores puntuaciones hay que gastar poco combustible y utilizar las inexorables fuerzas de la física para recoger plasma mientras ahorras en plan paladín de la austeridad.
¿Habéis visto la mecánica de atracción gravitatoria y fuerza centrípeta? Pues así todo el rato, resolviendo puzles para salvar la luz de las estrellas. Como físico fracasado, todo lo que sea juguetear con las fuerzas esenciales del cosmos me pone palote, y también me ha encantado la música, un ambient muy «espacial» y futurista. El proyecto de Firebrand Games me atrae, su jugabilidad se ve adictiva y visualmente es espectacular.
A ver si se animan a sacarlo en algún momento para dispositivos Android o directamente para PC.
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