A medida que el cristianismo fue absorbiendo muchas de las fiestas paganas y de la cosecha, todas las celebraciones consistentes en bailar fuerte durante algún tipo de solsticio entre todos los miembros de la comunidad han ido mutando a una incesante procesión de figuras con alguna que otra salvedad más divertida. Valoren ustedes si ha merecido la pena o no. Lo cierto es que si uno se mueve por ciudad no ha oído hablar en su vida de este tipo de fiestas, pero alguna sigue quedando en el mundo, herencias de otra época preparadas para ser gentrificadas y turistificadas. Ode to a Moon parte de una celebración de este tipo, y sale mal.
En el juego de Colorfiction nos toca encarnar a un fotorreportero de un periódico que ha ido a cubrir uno de esos festivales que aún perseveran en un pueblecillo de Nueva Inglaterra. Un festival de otoño, de fin de la mencionada cosecha, que además va a coincidir con un tipo de eclipse lunar que transcurre cada cien años. Y como era de prever, la cosa no va a ser tan divertida, va a haber pocos bailes y nadie va a inflarse a mazorcas de maíz.La idea de sus creadores es hacer un videojuego de horror cósmico en primera persona, pero sin monstruos ni sustos. El pueblo se ha ido a la mierda, no queda nadie en la calle y toca averiguar qué ha pasado, acompañados por un filtro VHS increíblemente psicotrópico. A mí esto me recuerda a Everbody’s gone to the Rapture, por aquello de pasear por un pueblo vacío, pero está claro que aquí hay un mal rollo imperante mucho mayor y el foco está puesto en otro sitio.
Ode to a Moon saldrá en PC, Mac y Linux, pero no tiene fecha aún de lanzamiento. No creo que haya que esperar tanto como para el eclipse.Página Oficial
