Es importante prestar atención a las jams, a los proyectos pequeños y a los experimentos de los estudios. Lo es en general, pero lo es aún más cuando hablamos de desarrolladores como Deconstructeam, a los que les gusta ir probando y ensayando de cara a proyectos más grandes. No hay que olvidar que, al fin y al cabo, The Red Strings Club se apoyó en tres proyectos distintos para convertirse en juego de entidad propia, tres ensayos que encontraron la forma de mezclarse y ser más que la suma de las partes. Por eso hoy les quiero hablar de 11.45 A Vivid Life, su última aventurilla.
El punto de partida es sencillo y extrañísimo a la vez. Encarnamos a Layne, una chica que acaba de robar un aparato de rayos X y huye con él a una zona rural para poder usarlo con tranquilidad. Su objetivo no es otro que explorar su cuerpo por completo, porque ha llegado de alguna forma a la conclusión de que su esqueleto no es el suyo propio, que sus huesos no son auténticos y ha debido de pasar algo para que eso sea así. Tocará desnudarse y ponerse a explorar con la máquina, radiografiando cada rincón del cuerpo para ver qué encontramos, y luego interactuar con nuestros hallazgos usando un kit de primeros auxilios que llevamos con nosotros.
Ahí va un vídeo con un gameplay entero, aunque les recomiendo que lo prueben ustedes mismos:Merece la pena dedicarle los cerca de 20 minutos que tardaremos en finalizarlo, por un lado por la propia entidad del proyecto y por otro porque desde el propio estudio ya han explicado que es parte de algo mayor, un «proyecto secreto del que no pueden hablar».
A mí, desde luego, se me hace intrigante cómo lidia con varias cosas a la vez y cómo le permite al jugador que sea el que decida el origen de algunos de los problemas que la protagonista encuentra en su cuerpo. ¿Despersonalización por ansiedad extrema? ¿Psicosis y dismorfia? ¿Algo mucho más extraño? Dejen de leerme y pinchen en el botoncito que tienen debajo, anda.Juégalo en itch.io
