Cuando nos enfrentamos por primera vez a un videojuego nos estamos enfrentando a un lenguaje completamente distinto del que nos...
La Filmoteca
Artículo Al Azar
Mi más sincera visión sobre la industria del videojuego. Sin tapujos, sin concesiones, y sobre todo, muy humilde.
Los videojuegos se han convertido en la industria del entretenimiento que más cantidad de dinero mueve en nuestro planeta. Cada vez resulta más complicado encontrar una casa en la que habiten personas menores de 40 años en la que no exista una consola o PC con algún juego comercial. Además se ha instalado una cultura en la que el videojuego no es el anticristo aunciado por algunos, o al menos parece que existe cierto tipo de videojuego que no solo no es malo sino que resulta incluso recomendable. En pocas palabras, el videojuego se ha instaurado en la sociedad y no parece que exista ningún motivo que haga pensar que parará de crecer en los próximos años. Ahora bien, ¿realmente nos gustan los videojuegos?
¡Rápido!, miren a su alrededor, busquen entre su catálogo de juegos, incluso entre aquellos de segunda fila que responden al mismo nombre de DVD-R ¿han buscado bien? Pues ahora díganme si entre todos ellos encuentran alguno remotamente parecido a Deus Ex: Human Revolution cuya fecha de lanzamiento sea posterior a 2005. Exacto, Ahora cojan su copia del título de Eidos Montreal y guárdenla en su cámara criogénica más cercana porque podemos estar ante el último elemento de su especie.
L.A Noire ha traído consigo un avance en la expresión de emociones dentro de los videojuegos. Sin embargo cabe preguntarse si ese avance puede sugerir una evolución en el contenido de los mismos, una evolución hacia unas sensaciones para las que quizá no estemos preparados los jugadores. Sensaciones que siempre han estado ligadas a otro tipo de entretenimientos y que ahora se acercan a un mundo de espadas gigantescas y fatalities.
¿Estamos preparados?
Los videojuegos tampoco se libran del estereotipo cultural del asesino en serie. ¿Están bien representados?
Corría el año 1984 cuando William Gibson, un típo de 34 años nacido en Carolina del Sur, publicó 'Neuromante'. La novela se convirtió rápidamente en un éxito siendo galardonada con los premios Nébula, Hugo y Philip K. Dick, convirtiendo a su autor en el heredero moderno de éste último y consolidando un género literario minoritario como era el CyberPunk.
El ínclito Ken Levine, jefazo de Irrational Games y a la sazón desarrollador jefe de esa bola de hype llamada 'Bioshock Infinite', anunció hace pocos días la implementación de un modo de juego llamado "1999 mode" en su próxima obra. El modo en cuestión pretende trasladar la dificultad del año que apunta el modo a un título actual. Dicha noticia ha pasado sin apenas repercursión (nosotros ni siquiera la publicamos y aún me pregunto cual Mourinho ¿por qué?) pero creo que merece la pena a pararse a pensar en lo que esto significa.