Thomas Was Alone fue uno de los títulos independientes destacados del pasado año. Consiguió algunas buenas críticas (otras no tanto) y en general nos descubrió que es posible amar a un personaje que simplemente es un rectángulo. Ahora, en un agradecido cambio de registro, Mike Bithell ha decidido cambiar los rectángulos… por MÁS rectángulos, aunque con matices.
Volume nos mete en la piel de un ladrón elegante y contrario a la violencia. Sus armas son el sigilo, la distracción y evitar ser descubierto. Para ello parece tener una sala de entrenamiento que le permite practicar sus robos, aunque puede que esto último me lo este inventando. El caso es que en Volume tendremos que conseguir robar ciertos objetos en un escenario generado a base de rectángulos mientras esquivamos a los guardias y utilizamos diferentes elementos de distracción. Mejor vean el vídeo porque estoy algo espeso.
Todo más claro ahora, ¿verdad? Bien, pues parece que la mecánica está clara, y el componente social fuertemente potenciado gracias a la posibilidad de crear y compartir escenarios. Lo que no me termina de cuadrar es su componente artístico, con unos enemigos diseñados a base de triángulos que me resultan francamente aburridos, aunque esto puede que se deba a que se encuentra en una fase temprana del desarrollo y aún se encuentra perfilando parte del diseño. Se supone que veremos algo más en octubre durante la GameCity, hasta entonces continuaré mirándolo de soslayo sin fiarme demasiado.
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