Hay algo de atractivo en eso de ser tú el que pone las normas, y si no que se lo digan a mis gatas. Dejar de depender de la decisión azarosa (y lógicamente manipulada, no como la nuestra) de millones de votantes y hacer de una vez lo que está bien, y punto. Así que, ¿por qué no cargarte al gobernante del país con una rebelión sangrienta y acabar tú a la cabeza de la nación, alabado como salvador y líder supremo? Es una reflexión, yo no les digo que hagan nada contra nuestro actual Gobierno.
Hijo de este pensamiento llega Rogue State, de los norteamericanos Little Red Dog Games. Un simulador de dictador en una república en la Península Arábiga que en nada recuerda a Irán, ¿eh? Tras echar al cruel y tirano rey toca ponernos nosotros y gestionar los asuntos de la nación: desde contentar a los distintos sectores de opinión hasta tener un ejército digno para «defendernos» de otras naciones y nuestro hermano traidor, todo ello intentando no caerle demasiado mal a los amos del mundo libre. A nivel jugable parece un Democracy hipervitaminado, con elementos de guerra estratégica y diplomacia (algo que yo echaba de menos en ésta) y la necesaria posibilidad de desarrollar un programa nuclear de esos que se usan para disuadir.A mí, que me gusta más un simulador de estas cosas que a un tonto una tiza, lo único que me falta es una banda sonora a la altura (con Tropico mi casa se convierte en un guateque salsero muy rico) y un mod para hacerme amigo de Dennis Rodman y otras excentricidades.
Hasta que salga (en teoría antes de que se acabe el año), sepan que ya ha sido aprobado en Greenlight y que podrán jugarlo en Steam.Rogue State en Greenlight
