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Primeras Impresiones: Astroneer

Astroneer

AstroneerPrimeras Impresiones

La semana pasada, mientras intentaba hacer la digestión de la comilona familiar antes del siguiente atracón navideño pude echar un vistazo a las rebajas de Steam. Y si algo me sorprendió es la cantidad de juegos de ciencia ficción y de supervivencia de los que nunca había oído tan siquiera hablar.

Me considero una persona bastante informada en lo que se cuece en la industria, y aunque ya era consciente de que ambas tendencias eran tremendamente populares, no me imaginaba hasta qué punto. Sobre todo, lo que más me llamó la atención es que la mayoría tenían muchísimas valoraciones muy positivas de compradores. Teniendo en cuenta que el 90% de los juegos de este estilo tienden a ser prácticamente el mismo juego, no sé si los consumidores de todos esos títulos son las mismas personas o que el público está muy diversificado.

Yo poseo algunos de los más populares de ambos géneros, aunque como digo, la mayoría no los he tocado (ni los he valorado) más de un par de horas por el tedio que suponen. Mi compra se debió a la suma de una buena oferta navideña, el aburrimiento y la curiosidad hacia títulos muy populares. Pero no son juegos que me gusten. Si me han leído con anterioridad, necesito que los juegos tengan un propósito, una autoría y un punto de vista definido.

Y por eso hoy vengo a hablarles de Astroneer, la ópera prima de System Era Softworks, uno de esos videojuegos de ciencia ficción y supervivencia que acabo de mencionar, actualmente en Early Access. Es un juego que trata sobre ser un pionero de la conquista del espacio, más centrado en un aspecto de “verosimilitud científica” que en crear grandes imperios, razas alienígenas o mundos exóticos. En Astroneer lo que se conquistan son rocas prácticamente yermas.

Así, Astroneer es un título sin un propósito más allá de la propia exploración del planeta y la recolección de recursos para ampliar los módulos de la base. Donde el punto de vista la trama brilla por su ausencia, y por lo tanto la autoría es invisible. Sí, Astroneer cruza con descaro todas las líneas rojas que he marcado antes. Y aun así es un juego que me ha impactado tanto que a poco que se descuiden l0 voy a poner entre nuestros 1001 videojuegos a los que debes jugar.

Busca la sencillez, no sólo en la preciosa estética low poly que se acerca más a la obra de Matt Nava (director artístico de Flower y Journey, y director creativo de Abzû) que a las frías estaciones espaciales o los mundos post-apocalípticos más acordes en estos géneros, sino también en su propuesta: Astroneer es un juego de exploración en entornos poco propicios para la vida humana. No te piden que sobrevivas como si ese fuera el objetivo. Lo que quieren es que te lances a descubrir un mundo nuevo que a todas luces te resultará alienígena y que busques tu propia experiencia de magnífica desolación.

Es algo que comparte con la perspectiva de No Man’s Sky o con la novela The Martian, sólo que en este caso no hay una carrera por llegar a ningún sitio. No hay una urgencia, y la posibilidad de visitar el resto del sistema solar es sólo eso: una opción. En ese aspecto quizás tenga que ver más con Kerbal Space Program. System Era crea mundos donde la vida es difícil, donde no podremos quitarnos el traje espacial en ningún momento y donde necesitamos oxígeno de manera constante. Pero no lo hace para crear una experiencia desafiante. Lo hace porque la exploración espacial es así.

De hecho, desde el principio nos dan las herramientas para que podamos ampliar nuestro campo de actuación, premiando la curiosidad del jugador por investigar el mundo constantemente. Porque Astroneer es una experiencia sobre ser el primero en pisar un planeta, que podremos elegir hacer en solitario o con amigos en el modo multijugador. Como he mencionado antes, Astroneer tiene más de Journey que de Space Engineers.  Y eso se debe a la posibilidad de comunicarse con cuatro gestos, la estética simpática y sencilla.

La herramienta de terraformación, que sirve para interactuar con el mundo, y su manejo es básicamente igual a la herramienta de terreno de la saga Sim City. Y sin embargo, en ocasiones se tendrán que pensar dos veces si quieren destruir la belleza natural del paisaje para crear un camino hacia un punto que quieran explorar.

Sin embargo, no son las herramientas, los módulos o los vehículos espaciales los que golpean con más fuerza. Nada de eso podría hacerme volver a jugar a este título más de una hora. Es ese sentimiento de descubrir algo, de conseguir algo grande. El hecho de pasar un buen rato trepando una montaña escarpada. O estar esperando a que amanezca junto a tu vehículo terrestre de energía solar, y ver cómo un planeta se alza mientras el sol se asoma entre las nubes.

Antes mencionaba a No Man’s Sky. Este juego me recuerda a las primeras horas. Pero elimina el tedio al quitar el «más es mejor» de la ecuación. Sí, los planetas son grandes y se pueden visitar al completo, pero en lugar de pedirte que cojas unos pocos recursos y te marches a otro lugar, aquí te dan un hogar y te dicen: «Ve hasta donde la curiosidad te lleve.»

Astroneer es un juego que tiene ese algo indefinible. Un juego que puedes amar u odiar, pero que no va a dejar a nadie indiferente. Un juego muy sólido para encontrarse en una versión pre-alpha y que en lugar de centrarse en las gimmicks o en dar posibilidades absurdas, simplifica la experiencia de un astronauta para que cualquiera pueda cumplir su sueño de ser un pionero descubridor de mundos.