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Poly Bridge: Puentes y paz interior

Poly Bridge: Puentes y paz interior 1

No me repetiré con mi chapa habitual sobre los videojuegos zen, porque imagino que ustedes estarán aburridos de leerla (si es que la leen). Pero sí que les diré otra cosa sobre mí que igual no no viene demasiado a cuento, pero cuyo conocimiento será útil para ubicarse: siento una extraña fascinación por los videojuegos de gráficos low poly, ese mundo aparte al que títulos como Proteus, Shape of the World o MirrorMoon EP nos llevan.

Por eso, no puedo más que celebrar un título como Poly Bridge. Primero, porque es bonito a rabiar, y hasta los indies somos putillas gráficas. Y segundo, porque su mecánica es tan sencilla (e innovadora) a la vez, que tiene que funcionar por narices. ¡Puentes! Como si a alguien se le hubiera ido de las manos una mañana de resaca viendo Megaconstrucciones, los creadores detrás de Dry Cactus nos traen decenas de puentes. Pasos elevados sobre el agua con físicas realistas con los que jugar a resolver puzles o emular a mi bienamado Calatrava y crear engendros que no se sostengan.

Miren, miren:Hay una paz extraña en esos puentes en baja definición desmoronándose, en los colores brillantes y la catástrofe continua.

Pero oigan, no todo es Stendhal. Poly Bridge nos da sesenta niveles distintos en los que resolver los distintos rompecabezas que se nos presenten, un modo sandbox para hacer el cafre y la posibilidad de crear niveles y compartirlos con la comunidad.Incluso ofrece la posibilidad de grabar una de esas bonitas catástrofes y convertirlas en un gif con el que acaparar todas las miradas en esa fiesta de tonterías que es Internet. ¿No les parece suficiente como para quererlo para ya?

Pues pronto en Early Access, para PC, Mac y Linux.Poly Bridge