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Nidhogg 2: Porque pueden

Nidhogg 2
Nidhogg 2

Hace algo más de dos años y medio desde que Nidhogg nos estalló a todos en la cara. Un simulador empastillado y adrenalínico de esgrima, con duelos loquísimos a un solo golpe y una puesta en escena que amenazaba continuamente con darnos un ataque epiléptico. Lo curioso es que a esa jugabilidad letal se le unía un apartado visual que casi parecía indisociable: minimalismo feote en colores chillones, poco más que los monigotes de palitos dibujados por un crío zurrándose de lo lindo. Uno pensaría que tras el éxito cosechado por la primera parte lo suyo sería implementar alguna mecánica, añadir armas y nuevos niveles e ir con Dios, ¿no?

No. Nidhogg 2 empieza trolleando al jugador. Es cierto que habrá nuevas armas. Es cierto que habrá distintos niveles nuevos. Es cierto que hay más pistas musicales, tanto de Daedalus como de nuevos compositores que se unen a la fiesta. Y es cierto que, en puridad, seguirá siendo Nidhogg. Pero algo ha cambiado: en vez de hacer lo fácil y continuar con el pixelart sencillito que encantó a los jugadores, se lanza a tumba abierta con un nuevo diseño, made in Toby Dixon. Vean:Lo único que se me ocurre decirles es que Nidhogg 2 ha pasado a ser feo. Pero feo bien, tipo el bulldog francés que tienen mis padres o un gato horrible de esos que no tienen pelo. Feo molante, del que quieres estrujar y abrazar, con los machangos luchando con esos cuerpos fofos y caras de Homer Simpson hambriento. Con la explosión hortera de color de unos escenarios que sólo insinuaban y que ahora nos abofetean.

Qué valiente, eso de pasarse por el forro las expectativas que tenía todo el mundo en caso de una continuación y haber apostado por hacer lo que les daba la gana, ¿eh?

Nidhogg 2 saldrá en algún momento de 2017, y yo estaré esperando esos ojos saltones.Página Oficial