El arte requiere algo de sufrimiento, algo de caos, de desconexión y reconexión con la realidad. No es que lo piense yo, ni mucho menos, sino el tropo habitual del artista torturado que usa su talento como vía de escape. Lona: Realm of Colors se abraza tan fuerte a esa visión de la creación artística que casi se hace daño, pero sabe mantener un colorido fondo de ingenuidad y belleza que a mí ha servido para que ese cliché en el que se basa no me echara atrás.
La propuesta del estudio sueco Space Fox es sencilla: un videojuego de puzles en el que debemos usar el arte para hallar el equilibrio emocional. ¿Cómo? Alternando entre dos estilos, uno realista y «lógico» y otro más surrealista, tomando elementos de uno y otro e intercambiándolos para llenar de sueños la realidad y de cordura la irrealidad. Curioso, ¿eh? Lona, además, apuesta por una narrativa no-lineal en la que los dibujos de la protagonista, como viaje hacia sí misma, van dejando paso a su historia. Esos dibujos al final son pedazos de la vida de la protagonista, que «leeremos» para entender su pasado y superaremos para alcanzar la paz deseada.Siendo un videojuego en el que la parte artística es tan importante, Lona carga mucho de su peso ahí. Los diseños de Taraneh Karimi son bonitos a rabiar y muy propios, y la parte musical tiene mucho trabajo encima, con melodías hermanas para representar la parte real y la irreal de cada una de las imágenes con las que trabajaremos. Me quedan ganas, eso sí, de ver algo más de su jugabilidad para terminar de imaginarme el resultado.
Viendo que esto del crowdfunding está cada día más difícil, me alegra ver que ya han superado su meta en Kickstarter. Con unas pocas horas por delante, aún pueden contribuir y llevárselo a casa por unos 13€, pero con el glamour de poner coronas suecas.Página Oficial
