Lo hemos hecho durante toda nuestra existencia, desde el inicio de los tiempos. Husmear, curiosear y cotillear. Meternos en la vida de los demás. La envidia desde la Biblia como pecado capital, el desdeñar los logros y posesiones del otro pero a la vez querer imbuirnos y formar parte de ellos. Que ahora haya tanta telerrealidad no significa que seamos peores o más voyeuristas, sino que la tecnología por fin puede ayudarnos a serlo de manera más eficiente. Pero váyanse a un pueblo a ver quién no conoce la vida de quién. Lean sobre los cotilleos en los siglos pasados o vean las barbaridades de los historiadores romanos sobre la vida privada de cada cual. Estamos hechos para esto.
El equipo de Fictiorama, tras petarlo con Dead Synchronicity: Tomorrow Comes Today, ha decidido tirar por ese camino y que su próximo videojuego sea una oda a este afán mirón. Do Not Feed The Monkeys mezcla ciencia ficción con una temática actualísima como es la muerte de la privacidad, y nos pone en el otro lado: espiando al resto de nuestros congéneres como miembro del exclusivo Club de Observación de Primates. Una sociedad secreta que se aprovecha de cámaras de seguridad y webcams que han sido hackeadas y comparte su acceso con sus miembros para que puedan husmear en las vidas de sus «monos enjaulados» y olvidarse de las suyas propias por un rato.
Nos dedicaremos a observar a nuestros «monos» combinando el espacio de grabación de distintas cámaras, pero también paseándonos por sus perfiles en redes sociales, correos electrónicos y documentos robados. Y aunque el club nos pide que no inteferamos en sus vidas, cuando empecemos a ver todo tipo de situaciones estrambóticas y peligrosas, tendremos que decidir si intervenir, filtrar sus secretos o mantenernos ajenos a ellos. Todo esto con una mecánica adicional de gestión de nuestros propios recursos: ¿compramos más «jaulas» o pagamos el alquiler del mes?
Me gusta todo aquí, especialmente que en Fictiorama hayan decidido tirar por este camino cuando lo lógico hubiera sido seguir creando aventuras gráficas. En algún momento de 2017 podremos ya verlo… y él a nosotros también.
