Soy consciente de que el primer Darksiders es, para muchos, un juego de nulo atractivo. Y lo soy, precisamente, porque yo también pertenecí a ese grupo antes de descubrir las bondades que la obra de Vigil Games atesora. Durante su producción jamás llamó mi atención y su demo me daba la razón; ni la terminé. Pero hete aquí que me encuentro escribiendo que es uno de los 1.001 videojuegos que debes jugar. Veamos por qué.
Análisis
Desmontamos lo que jugamos.
Half Life tuvo tres hijos: Counter Strike, Day of Defeat y Team Fortress. El mayor se convirtió en el mejor mod jamás creado y los otros dos tuvieron que ver con ciertos celos las alabanzas que este recibía. Pasó el tiempo y todos se hicieron mayores, siempre al amparo de su padre que ahora se hacía llamar Half Life 2 y en círculos más íntimos Source. Así pasó el tiempo hasta que los tres hijos dejaron el nido familiar y se buscaron la vida por su cuenta.
SEGA, así, CON MAYÚSCULAS.
Crónica de una muerte anunciada.
Bajo la mirada escéptica de Miyamoto, un mundo renderizado digitalmente se hacía hueco poco a poco, dando patadas exclusivas en la boca de la Mega Drive con la enorme bota de Rare, bajo el poder de la gran N, durante la época dorada de las consolas.
El clásico de clásicos.
De vuelta al instituto.
Bienvenido a la Historia