Half Life tuvo tres hijos: Counter Strike, Day of Defeat y Team Fortress. El mayor se convirtió en el mejor mod jamás creado y los otros dos tuvieron que ver con ciertos celos las alabanzas que este recibía. Pasó el tiempo y todos se hicieron mayores, siempre al amparo de su padre que ahora se hacía llamar Half Life 2 y en círculos más íntimos Source. Así pasó el tiempo hasta que los tres hijos dejaron el nido familiar y se buscaron la vida por su cuenta.
El mayor ha mantenido su éxito y hace poco ha cambiando su apellido a Global Offensive, lo que ha llenado de orgullo a su padre pero no tanto a sus seguidores que lo ven más como un maquillaje ante los estragos del tiempo que como un nuevo amanecer. El hermano menor siempre fue el más infantil y un poco hippie, así que buscó su lugar en el mundo dando su amor de forma gratuita al que quisiera acompañarle.
Sólo nos queda hablar del hermano mediano. Ese al que la vida ha situado entre dos genios en su campo, que han recibido los favoritismos de papá y a quienes dirigió todo su esfuerzo. Day of Defeat Source siempre fue el chico más clásico, vistiendo sus ropas de la segunda guerra mundial y empuñando armas no automáticas. No quiso levantar mucho la voz y se dedicó a capturar banderas acompañado de un puñado de aliados o de nazis.
Si decides darle una oportunidad descubrirás que su fórmula ha sido usada por otros muchos pero pocos te tratarán con el respeto que éste caballero lo hace. Con tus compañeros has de invadir territorio enemigo y Day of Defeat te trasladará a las más famosas campañas de la segunda guerra mundial. No importa donde se desarrolle, él te dejará en campo abierto para que puedas pelear por tus objetivos. A veces será en un pequeño poblado con unas cuantas casas destruidas en los alrededores, en otras ocasiones un desembarco en la costa que mermará de forma constante tu ejército.
La estrategia de avance será fundamental. No basta con ser hábil con el fusil, hay que conocer las destrezas del enemigo. Lanzarse en solitario en mitad de una plaza te convertirá en un objetivo fácil para los francotiradores apostados en los edificios que tienes enfrente. Quizás es tu intención ser el cebo para que otro compañero se infiltre silenciosamente en la zona ocupada por el enemigo y asesine por la espalda a un defensor tumbado con una metralleta.
Las emboscadas serán la clave para lograr tus objetivos. No dudes en asociarte con otros compañeros, perseguís lo mismo. Mantente en la retaguardia para que otros intenten el asalto a la bandera que lleváis todo el día cubriendo. No bloquees a los francotiradores, ni utilices granadas de humo en su campo de visión, debes ser inteligente. Conserva tus granadas para hacer el mayor daño posible y siempre intenta encontrar la mejor posición de disparo, con una cobertura que te permita disparar y no ser alcanzado.
Será duro dar con el arma que se adapte a la perfección a tus habilidades, pero no dudes en probarlas o ir recogiéndolas del enemigo caído. Podrás ser parte de la avanzadilla con armas de disparo rápido pero menos dañino, usar fusiles de largo alcance y mortíferas consecuencias o mantenerte en las zonas más oscuras con tu rifle de francotirador o metralleta.
En Day of Defeat debes buscar la cobertura por encima de cualquier cosa, el pequeño hueco en la pared donde lanzar la granada y el observar los movimientos del enemigo que en múltiples ocasiones será repetitivo.
Tus ojos asistirán a un espectáculo que ha sido maltratado por el tiempo. Lugares destruidos no sólo por la crueldad de la guerra, sino porque el motor gráfico que tantas alegrías nos ha proporcionado hace años que perdió la batalla frente a versiones más modernas. En cambio otros aspectos no han notado este avance del reloj, como es el caso del sonido que te trasladará a los trincheras y el crujir de huesos de un compañero que sale despedido por los aires.
Pero no todo ha sido mejorado con la mayoría de edad de Day of Defeat. El llevar consigo el apellido Source es una dura carga para muchos y en este caso no iba a ser menos. Si lo conociste en la infancia notarás significativos cambios que le han hecho perder ese magnetismo que tenía entonces.
Su principal acierto era que podías desaparecer de la vista del enemigo y nunca ser descubierto haciendo uso de un entorno destruido y múltiples escondites donde esperar pacientemente. Ahora eres visible en todas partes, da igual si es lo más alto de un edificio o apostado tras unos arbustos. Ya no se tiene la sensación de que el francotirador es el rey del lugar, ahora es uno más que has visto desde varios pasos atrás.
A pesar de ello Day of Defeat sigue siendo la mejor opción para aquellos que le gusta lo clásico. El esperar unos segundos antes de volver a la batalla y merece una oportunidad para mostrar todo lo bueno que lleva dentro. Que los flases de sus hermanos mayores no nos cieguen y dejen ver el potencial de un gran juego de guerra multijugador.
