AzPlay 2017: El evento imposible

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AzPlay 2017: El Evento ImposibleOpiniónLlevaba años queriendo acudir a AzPlay y las circunstancias han querido que mi primera visita sea en calidad de jurado. Les contaría bastante sobre este tema, pero entenderán que es algo que no procede. Esta crónica va sobre alguien que acude por primera vez al que quizás sea el mejor festival sobre videojuegos independientes patrio. Una oda a LO INDIE con sabor marmitako y aroma a txakoli que se erige como el mejor evento del sector independiente de nuestro territorio.AzPlay es un evento imposible. El mero hecho de su existencia requiere observarse como si de una anomalía se tratara. Para entenderlo hay que comenzar por el espacio en el que se desarrolla, el Azkuna Zentroa (a.k.a. Alhóndiga), un edificio reformado con la intervención de Philippe Starck que abruma por completo al visitante. El hecho de que el evento se desarrolle en este enclave ya da buena cuenta al visitante de que no estamos ante una feria más sobre videojuegos. Esto se confirma al observar la exposición de los seleccionados entre los más de 400 títulos recibidos. Ningún otro festival sobre videojuegos independientes en España puede permitirse incluir en su programa títulos de todas las partes del globo y contar además con la presencia de sus creadores. Aquí entra en juego por su puesto el apoyo de la administración pública, pero nada de esto sería posible sin el trabajo de la organización, quien con Hafo a la cabeza, empeño y muchas horas de trabajo ha ido tejiendo lazos con diferentes comunidades que le han permitido ser un festival reconocido en cualquier parte del mundo.

El listado de los títulos expuestos este año resulta espectacular, tanto por su calidad como por la diferencia de sus propuestas. Entre los finalistas de la sección oficial se encontraban A Place for the Unwilling, Distortions, Dark Train, Figment, Forgotton Anne, Last Day of June, Old Man’s Journey, Rock of Ages 2, Solo, Unforgiven VR o Path to Mnemosyne, por poner algunos ejemplos. A esto hay que sumar la apuesta por el videojuego creado en el País Vasco, el cual cuenta con categoría propia.

Esta selección oficial de títulos que optan a premio en cada una de sus categorías se mezcla con una serie de eventos transversales que encajan con las propuesta general, ya sea en forma de charlas, mesas redondas u otros reconocimientos. Este año Carlos Tardón comandaba un proyecto en el que jóvenes de todas las edades habían imaginado el videojuego del futuro y que terminó con una selección de los más interesantes, una mesa redonda en torno a los mismos y un premio para ellos. De las diferentes charlas me quedo con la de Miguel Alva, miembro del jurado de este año, organizador de A MAZE y autor de esta maravillosa locura.

https://twitter.com/AzPlayBilbao/status/936279217096019968

El otro gran evento anexo al festival corrió a cargo de Nordic Game, pues AzPlay ha pasado a formar parte de la red de sedes clasificatorias del festival sueco. Allí, con Jacob Riis como maestro de ceremonias y Teddy Florea como parte del jurado, fue elegido A Place for the Unwilling, quien llevará su proyecto a Mälmo.Una de las partes más interesantes de AzPlay son las charlas de los desarrolladores. Cada equipo dispone de veinte minutos para hablar de su proyecto y cada desarrollador decide por dónde enfocar la charla. Es una jornada maratoniana, pero es toda una experiencia escuchar las diferentes concepciones de cada uno de los títulos de la mano de sus propios creadores. Si tienen tiempo y ganas les recomiendo echar un vistazo.En cuanto a los ganadores y como miembro del jurado, les puedo asegurar que fue una elección difícil. La variedad y calidad de los proyectos crearon unos cuantos debates muy interesantes que se saldaron con el siguiente resultado:Mejor Idea Original: DistortionsMejor Diseño Artístico: Old Man’s JourneyMejor Jugabilidad: Rock of Ages 2Mejor Diseño de Sonido: FigmentMejor Videojuego Vasco: Unforgiven VRLas sensaciones que me ha dejado este AzPlay 2017 no pueden ser más positivas, sin embargo hay elementos que me preocupan. En primer lugar la poca asistencia de visitantes. Es cierto que el grueso del evento se desarrolla entre semana y en horario de trabajo, pero algo de esta calidad no puede permitirse el lujo de encontrarse casi vacío por momentos. Ignoro si se trata de falta de interés del público potencial, problemas de comunicación u otros factores como la propia orientación del festival. La exposición de los finalistas queda permanente durante unas semanas, así que espero que durante este tiempo tenga una mayor recepción. En cualquier caso esto entronca con la necesidad de reformular algunos de los elementos del evento, algo que ya apuntó Hafo en la gala final y que seguramente den como resultado un AzPlay nuevo y todavía mejor.

En tiempos como los actuales, en los que las ferias de videojuegos se dividen entre el ruido, las charlas inocuas de famosos desarrolladores y las cifras de visitantes, da gusto encontrarse con algo como AzPlay. Ojalá dure muchos años más y sepa ir adaptando su propuesta a sus propias necesidades. Nos hace falta.

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