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Análisis: Unrest

Unrest

Hay una serie de razones por las que esperaba jugar a Unrest.

Para empezar, le tenía ganas a lo siguiente de Pyrodactyl Games tras el loquísimo (y recomendable) Will Fight for Food. Creo que la visión que tiene el fundador del estudio, Arvind Yadav, sobre los videojuegos de rol es interesante y puede funcionar como camino alternativo para algunas de las encarnaciones a las que nos empezamos a acostumbrar. A esto hay que sumar el carácter de singularidad geográfica: el título ha sido creado en La India, y en algún otro texto ya he dicho que celebro que lleguen nuevas voces a airear el binomio occidente-Japón que suelen ser los videojuegos.

Pero, sobre todo, tenía ganas de jugar a Unrest por el mundo que propone: la ciudad de Bhimra, una reconstrucción mítica de la India antigua, con su sociedad estratificada en castas, su arquitectura, sus colores…Aburrido como estoy de la espada y brujería «medieval», el probar experiencias en mundos nuevos es un plus importante cuando quiero encarar un juego de rol.

Así que sí, le tenía muchas ganas a Unrest, del que además fui backer cuando apareció en Kickstarter (que quede claro que hay algo de implicación en él, vamos).Ya jugado, tras dos partidas, debo decir que la experiencia ha sido satisfactoria, pero con algunas sombras.

Como juego de rol, entendiendo rol como papel, Unrest funciona muy bien. Nos pone en la piel de un elenco bastante variado de personajes, con los que prácticamente ni sabremos lo que es el combate. Quizá esto choque con la idea que tienen muchos de RPG, pero hay que entender que todo el esfuerzo se ha hecho en darle protagonismo a las elecciones de nuestro avatar y en los diálogos.

Aquí, lo que digamos tendrá consecuencias de verdad. Podemos acabar con un personaje muerto por acercarnos a hablar con quien no debemos, o abrir la bocaza cuando deberíamos callar. Toparemos con todo tipo de gente y cada vez que tomemos una decisión tendremos que tragar con lo que le siga: ¿era esa persona de fiar o nos está engañando para aprovecharse de nosotros? Realmente, éste es el aspecto más interesante del juego, con un sistema que va ramificándose y dando un montón de posibilidades en cada capítulo.

Los diálogos están bien escritos y no hay opciones de éxito automático (típicas de Bioware), sino distintas posiciones que podemos tomar: curiosidad, sospecha, amabilidad…Esto afecta a nuestro interlocutor en tres características que veremos en todo momento en pantalla, que cambiarán su percepción de nosotros y las interacciones que podamos tener.

Y la trama tiene de todo un poco: conflictos personales, decisiones jodidas, drama y sufrimiento a gran escala. Más que ser la historia de sus personajes acaba convirtiéndose en una crónica de la ciudad de Bhimra, de la durísima época por la que pasa, el descontento que asola sus barrios más pobres y la violencia que va anidando en el corazón de los más desfavorecidos. Los personajes son más un mapa del contexto que agentes activos del cambio, salvo en un caso. Desde luego, habrá quien no disfrute con una narración tan centrada en el contexto y vacía de heroísmo, pero el volver a los pequeños conflictos para retratar los grandes me parece todo un acierto, una forma de darle una verdadera dimensión a lo que está pasando.Hay problemas, eso sí.

El principal tiene que ver con la duración del juego. Estamos hablando de unas tres horas por partida. Soy el primero que defiende que los videojuegos no deberían ser medidos por su duración siempre que funcionen con su tiempo (por ejemplo, Thirty Flights of Loving), pero creo que la magnitud de lo que Unrest quiere contar se beneficiaría de más tiempo. Hay varios de los personajes a los que sólo manejaremos durante un capítulo, empatizando con ellos pero abandonando demasiado rápido sus vidas. Además, la resolución final se da con demasiada rapidez, resultaría mucho más creíble vivir algo de la planificación y contar con algo más de trama en medio.

Está claro que es la historia de la ciudad, pero un mundo así, con un trasfondo tan pensado y trabajado, pide a gritos algo más. Entendiendo su condición indie y la escasez de fondos es fácil perdonarlo, pero uno no puede más que preguntarse qué habría pasado con más tiempo de desarrollo y unas horas más de duración.

Es un problema, pero tampoco debería distraernos del resultado final y de lo que aporta Unrest como juego. El mundo al que nos lleva es tremendamente interesante, la ciudad, los suburbios, el Monzón que no llega…Sus personajes están vivos y el conflicto entre los humanos y los Naga (una raza de hombres serpiente) retrata algunos de los problemas actuales con bastante seriedad, al igual que lo hacen muchas de las decisiones más duras.La factura artística del juego es importante, fruto de un montón de trabajo.

Por un lado, sus escenarios están hechos a mano, con un montón de mimo puesto en cada zona, y son capaces de trasladarnos tanto a la pobreza de los barrios exteriores, plagados de suciedad, hambre y chabolas; como a la suntuosidad del palacio y sus jardines habitados por nobles y gente ajena al descontento de los que menos tienen.

A eso hay que sumar una banda sonora fantástica, de música hindú que nos lleva mentalmente a esa India antigua y mítica de olores, sabores y colores distintos a los que tenemos en Occidente.

Un esfuerzo muy importante para que todo en el ambiente esté a la altura de lo que la narración nos quiere contar. Y es un esfuerzo, si nos paramos a pensar en los medios y el tamaño del estudio responsable.

Si lo sumamos todo para sacar una conclusión, ésta será positiva. Le diría a todo fan de los juegos de rol o que busque una narrativa un poco distinto que pruebe el juego y que sepa aceptarlo a pesar de una duración que debería ser mayor para estar acorde con la escala de la historia. Si esas horas que faltan las dedicamos a rejugar, a probar distintas opciones y ver las consecuencias, seremos capaces de experimentar un montón de situaciones distintas, que en buena medida compensarán esa falta de tiempo.Concluyendo: Unrest es un muy buen videojuego de rol. Es atípico en muchos de sus planteamientos, tiene un mundo muy interesante y una narrativa muy trabajada, y de él sólo se echan de menos unas cuantas horas más para ser perfecto. Pero es rejugable, tiene un apartado artístico en plena sintonía con lo que quiere contar y lo disfrutarás.