Europa, Siria y Refugiado son, por desgracia, tres de las palabras que más hemos escuchado este año en los informativos. No es este el lugar para meterse en jardines, pero no hace falta que yo venga a descubrir aquí la de vidas que se han quedado por el camino y la respuesta de las autoridades ante aquellos que huyen de la guerra. 21 Days se centra en los más afortunados, una de esas personas anónimas que tras un periplo interminable logra alcanzar la Europa Occidental para encontrarse con una realidad que es bien distinta de la que esperaban.
Mohammed Shenu ya está fuera de peligro. La guerra en su país es un recuerdo que no le deja dormir por las noches, pero al menos ya no tiene que huir de las bombas. Se encuentra en Europa bajo el estátus de refugiado, lo cual debería suponer la primera piedra con la que levantar su nueva vida. Lamentablemente no es fácil abrirse camino. Su país de acogida no le está recibiendo con los brazos abiertos y para colmo su familia todavía se encuentra atrapada en Siria. Las Naciones Unidas avalan la reunificación familiar, pero para ello tendrá que conseguir que pisen suelo Europeo.
21 Days nos propone meternos en la piel de Mohammed Shenu durante tres semanas mientras intentamos abrirnos camino en nuestra vida en Europa y hacemos todo lo posible para enviar dinero a nuestra familia.Tratar cualquier tema delicado a través de un videojuego requiere una dosis de doble de templanza, ya que hay que caminar por la línea del respeto sin caer en el aburrimiento. 21 Days parece recoger el eterno guante de Papers, Please y moverse a través de estadísticas, ya que el objetivo principal consiste en tener nuestras necesidades de comida, dinero y relajación diarias atendidas mientras cuidamos del reencuentro con nuestra familia enviando un dinero extra cada tres días. Tocará juzgar en su momento si la línea por la circula esta trama es más fina o gruesa.
De momento 21 Days ha pasado el corte en Greenlight y poco más. No tiene web ni estudio de desarrollo conocido, así que toca esperar.
