¿Qué? XCOM – UFO Defense (también llamado UFO – Enemy Unknown)
¿Quién? Julian Gollop (y Mythos Studio) para Microprose.
¿Cuándo? 1994, para PC.
¿Por qué? Porque XCOM – UFO Defense es uno de los mejores juegos que se han hecho de estrategia por turnos. Así de simple. También porque a quien esto escribe le retrotrae a su más tierna infancia y a pasarlo mal enfrentándose con 8 añitos a hombres serpiente, grises y seres de todo tipo de calaña. La propuesta del juego es compleja, aunque no sea muy difícil asumir sus mecanismos, y da para muchísimo tiempo de juego si queremos ir desgranando todo lo que tiene por ofrecernos. Además, aunque no de forma explícita, es un juego desafiante en el que podremos perder, tanto si nos derrotan como si pasamos mucho tiempo sin tomar decisiones estratégicas.
La propuesta de UFO se centra en una invasión alienígena en ciernes, en el megafuturista mundo de 1998. Encarnaremos el papel de la agencia XCOM, una secretísima organización encargada de lidiar con el problema extraterrestre, que recibe fondos de todas las naciones. Como gestores de la agencia, estamos al mando de todas las decisiones, desde la compra de armamento hasta la ubicación de las bases, misiones en las que intervienen los agentes, mejoras…Podría decirse que el juego puede dividirse en dos partes muy diferenciadas: la gestión de recursos y las misiones de campo.
En la primera parte, y ante un mapa de la Tierra, tendremos una serie de opciones relacionadas con dicha gestión de recursos. Somos libres para construir bases, contratar personal, investigar mejoras, manufacturar armas…Es una parte importantísima dentro del juego, que en ningún momento puede ser abandonada so pena de morder el polvo. Al principio tendremos que hacernos cargo de pequeñas navecitas de reconocimiento, pero a medida que avance el tiempo y aumente la invasión se hará necesario progresar o perecer. Dentro de las opciones, la que más destaca es la investigación. A base de construir laboratorios, contratar científicos y recobrar evidencia de campo podremos desde manejar (y fabricar) las armas de los alienígenas (más potentes) hasta combinar sus ideas con tecnología humana y desarrollar aleaciones para armaduras, vehículos, aparatos de control mental…Cosa que compensará al jugador inteligente, pues muy pronto tendrá un arsenal devastador a su disposición. Además, el juego incluye una «Ufopedia» que podemos leer en todo momento, que nos muestra lo que hemos descubierto; desde los planes de los extraterrestres hasta aspectos de su cultura, razas, armas…
Más allá de esto, el momento estrella del juego son las misiones. Hay de tres tipos: intercepción de ovnis, misiones de terror (los alienígenas atacan a una población) y ataques a bases (tanto suyas como nuestras). Lo que más tiempo nos ocupará son las intercepciones, que primero han de realizarse en el mapa de la Tierra. Deberemos designar cuál de nuestros cazas va a atacar a la nave, y si la conseguimos destruir y choca en tierra podremos investigarla. Aquí pasamos a la parte de estrategia en tiempo real, en la que manejaremos a nuestros soldados por turnos para acabar con los enemigos. Hay distintos tipos de escenarios, muchos de ellos con edificios (se pueden destruir) y tendremos que acabar (o dejar inconscientes para apresar) a todos los enemigos que haya en la pantalla. Por supuesto, no son tontos y nos lo harán pasar bastante mal. Aquí entra en juego la astucia de los aliens y también el hecho de que no veremos en pantalla a nada que no vea nuestro personaje, con lo que pueden atacarnos de espaldas sin darnos cuenta, o podemos entrar un lugar y encontrarnos de golpe con tres enemigos apuntándonos. Para sobrevivir imperan la astucia del jugador y las habilidades de los soldados, desde los puntos de movimiento por turno hasta la puntería, pasando por una serie de características personales que van aumentando a medida que sobreviven a misiones; un pequeño componente de rol que nos hace encariñarnos con nuestros soldados y sufrir cuando nos los matan tontamente.
Si hemos hecho la tarea, estas misiones serán bastante sencillas salvo cuando interceptemos naves enormes, si no, preparaos para sufrir. Además, en las misiones de terror (que podemos elegir hacer o no) deberemos enfrentarnos, normalmente, a razas más difíciles de matar, alguna de ellas dotada de habilidades destinadas a frustrarnos hasta el final (por ejemplo, convertir a nuestros soldados o civiles en monstruos). Serán más difíciles, y el hecho de no hacerlas nos penaliza, pues los gobiernos que sufran en su territorio alguna de ellas pueden bajarnos sus fondos o directamente cortarlos. Y finalmente, las más exigentes serán las misiones en base, tanto intentando defender la nuestra como atacando las bases alienígenas, pues son más extensas y podemos desquiciarnos intentando encontrar al enemigo que falta. La curva de dificultad experimenta una subida enorme a mitad de juego, y más nos valdrá ponernos las pilas y descubrir recursos como el entrenamiento de control mental para sobrevivir.
Aunque el juego no tiene un «modo campaña» en sí mismo, toda partida que juguemos tiene una historia y un final. Lo que planean los aliens lo iremos descubriendo a base de capturar prisioneros, investigar sus naves…y lo que pase en el clímax de la partida también lo decidiremos nosotros: o bien perder por nuestra escasez de fondos y mala planificación o bien darles un golpe en su estructura más importante (que debemos descubrir). La última secuencia del juego es un pequeño premio para quien ha llegado, y nos narra una idea interesante que se ampliará en las continuaciones, que las tuvo (la segunda, Terror from the Deep, es muy continuista, pero recomendable).
La cosa queda en que UFO – Enemy Unknown es un juego ambicioso, original, complejo y muy exigente con el jugador. Cada partida que juguemos es distinta, y requiere que no dejemos de prestar atención a los detalles y que intentemos sacar todas las misiones adelante para no ser borrados del mapa. En pleno 1993 fue un bombazo (ayudó que Expediente X empezara a triunfar en televisión) y a día de hoy en muchos sitios todavía se nombra entre los mejores juegos de PC, ya no de estrategia. Como ya sabéis, Firaxis Games ha recibido el encargo de relanzar la saga de estrategia (por otro lado se trabaja en un FPS), y más allá de nostalgias, les ha caido un regalo envenenado: es muy difícil mejorar un juego ya inmejorable.
