Si hay algo en lo que coinciden los tres libros de los que vamos a hablar hoy es en la escasez de literatura enfocada en los videojuegos. Exceptuando algunas novelillas de aeropuerto basadas en los universos de Halo, Mass Effect o Resident Evil y que si valoráis vuestros lóbulos occipitales haréis bien en evitar, lo cierto es que no resulta fácil encontrar libros centrados en la fascinante cultura “videojueguil”, más aún si lo que se busca son obras de ensayo y muchísimo más si lo que se pretende es que estén en castellano. Es por ello que hoy he tenido a bien haceros llegar mi opinión sobre tres de las publicaciones más populares acerca de nuestra querida afición que la lengua de Cervantes haya conocido. El nexo común; los tres libros enumeran videojuegos aunque, como veréis, difieren sobremanera en sus enfoques.
150 videojuegos A LOS QUE TIENES QUE JUGAR AL MENOS UNA VEZ EN LA VIDA; Alejandro Crespo
El título es tan explícito que las explicaciones están fuera de lugar. Alejandro Crespo enumera y analiza los que a su juicio son los mejores o más importantes videojuegos aparecidos hasta 2010. Sin duda lo más interesante son las anécdotas sobre los propios juegos, su concepción o desarrollo que incluye al principio de cada apartado. Por lo demás no aporta demasiado; el relativamente corto listado de juegos hace muy difícil la aparición de alguno que desconocieses. Se trata de una selección demasiado académica: no hay grandes ausencias ni apuestas arriesgadas, están los que esperas que estén. Por otro lado, la mayor parte del espacio dedicado a cada juego habla de su argumento, que a menudo es el aspecto más cuestionable o intrascendente, dejando apenas espacio para lo que verdaderamente hizo bueno al juego en cuestión. Sinceramente no creo que una persona que desconozca alguno de estos juegos entienda qué es lo que verdaderamente lo hace merecer estar en una selección como esta. Otra carencia llamativa es la ausencia de imágenes de cualquier tipo relacionadas con los juegos de los que se habla. Me apena tener que hacer un comentario tan negativo pero creo que, a parte de que el libro realmente adolece de estos defectos, a Crespo, un tipo que dejó su empleo como contable para dedicarse al “estudio de los videojuegos“, se le podría pedir algo mucho más constructivo, más en la línea de la última propuesta de que hablaremos hoy.
1.001 videojuegos a los que hay que jugar antes de morir; Tony Mott, VV.AA.
Que el prólogo de Peter Molyneux o el hecho de que nos copiasen el nombre de una sección no os espanten, estamos ante un libro de sumo interés. Por un lado, aunque venga firmado por Tony Mott, redactor jefe de esa cumbre de la crítica sobre videojuegos que es Edge, hay que tener en cuenta que los textos sobre los 1.001 juegos se reparten entre nada menos que 36 autores diferentes, todos de contrastada trayectoria y opinión. Entrando en materia, el libro sería recomendable aunque sólo fuese por su lista de juegos, amplísima y llena de joyas a veces muy poco conocidas. Además es muy interesante como recorrido por la historia de los videojuegos, contemplando su evolución conforme vamos pasando páginas. Y con evolución no sólo me refiero al aspecto gráfico; realmente tiene mérito lo bien que se han sabido condensar en tan poco espacio las claves de cada juego, comprendiendo en uno o dos párrafos qué lo hizo merecer ser tenido en cuenta. Se nota quiénes están detrás de los textos, consiguiendo con más frecuencia de la que nuestra ya de por sí maltrecha vida social pueda soportar que nos apetezca jugar a alguna de las obras comentadas. Y, además, comparte una virtud fundamental con el libro de Alejandro Crespo: la extensión con que se trata cada juego los convierte en lecturas ideales para… ya sabes… ese momento del día en que… devuelves a la naturaleza lo que es suyo…
Extra Life, 10 videojuegos que han revolucionado la cultura contemporánea; VV.AA.
Y para terminar, la joya de la corona. De primeras debo reconocer que incluir a Extra Life en un artículo sobre libros que “enumeran” juegos es un tanto sacrílego; aquí se trata de hacer un ensayo o una reflexión sobre un juego, cada uno a cargo de un autor diferente, a lo largo de todo un capítulo. Se trata de una docena de artículos con temáticas tan interesantes y variadas como el arte narrativo de Half Life 2 o la interpretación que Zelda: Majora´s Mask hace de la filosofía del tiempo de Nietzsche, sin olvidar un impagable capítulo en el que Hideo Kojima cuenta su relación con el cine y las películas con que se influyó a la hora de crear Metal Gear, dando lugar de paso a la que es hoy mi mejor y más valiosa arma anti-sonyers. Un par de ejemplos más: el origen de Super Mario por Jeff Ryan o un análisis antropológico de la violencia en Grand Theft Auto titulado “Me encantó robar ese coche”. Personalmente, como individuo que se interesa por los videojuegos más allá del simple hecho de jugarlos, encuentro cada capítulo fascinante y enriquecedor por muy pedante que ello pueda sonar. Bien es cierto que el lenguaje usado en algunos capítulos no es precisamente el más asequible, o que en ciertos aspectos quizás se necesiten ciertos conocimientos previos sobre el tema para enterarse bien de lo que nos están diciendo, pero creo que el esfuerzo merecerá la pena si de verdad uno está interesado en esta clase de contenido y es por ello que lo recomiendo tan encarecidamente. Realmente, este podría perfectamente ser uno de los “1001 libros que debes leer al menos una vez en la vida”.