Si quieren saber un poco más acerca de ese ligero dato sobre el próximo juego Dead Island, están forzados a leer todo el artículo porque el link está escondido en algún lugar por el MEDIO del post. Muahahaha, ¡qué malvado soy!
Muchos creerán que escribir tanto texto cuando no se tiene nada de base, cuando el texto es un cascarón hueco y carente de cualquier sentido, es difícil. Y sí, es muy difícil. Lo más ridículo es que aquí estamos, ya por la cuarta entrega de esta suerte de mini-sección, la menos interesante de todas, esa que tiene polvo encima y sobre la que nadie comenta. Pero yo seguiré destruyendo minutos míos y suyos, porque, después de todo, lo más triste es que alguien lee esto que escribo.
¿Qué redescubriremos hoy?
The 11th Hour (PC)
Ubiquémonos a mediados de los ’90. Una época oscura en donde el ya bien afianzado género de aventura gráfica se comenzaba a fundir con historias novelezcas de suspenso y terror, una época donde cosas como Alone in the Dark apenas empezaban a popularizarse entre los jugones, una época en la que cosas tan horrorosas como bandas pop a lo Backstreet Boys tomarían el mundo.
Ahí mismo, ahí, sí, surgiría una obra maestra totalmente marginada, como lo es The 11th Hour.
Con un título tan entreverado como su historia, el juego se nos plantea como una aventura gráfica, un point-&-click, con una ambientación más que siniestra. Secuela del ligeramente reconocido The 7th Guest, este juego se caracteriza por gráficos renderizados (de esos que estaban tan de moda, que no eran más que imágenes fijas compuestas por computadora) oscuros (literalmente), una ambientación bizarra, y muchos cortes de video (como aún se usaba) de baja resolución pero bien realizados.
Tomaremos el papel de un hombre que se adentrará en una mansión tenebrosa y embrujada (de esas que se ven embrujadas a dos kilómetros de distancia), en busca de su novia, reportera, que desapareció misteriosamente tras haber ingresado a investigar al mismo lugar. Obviamente la mansión, entonces abandonada, había sido hogar de una mente maestra/científico loco, un tal Henry Stauf (gracias, sr. Google).
En esta mansión, iremos realizando una serie interminable de puzzles extraños y bizarros, pero por sobretodo MUY desafiantes (más que eso; algunos ni siquiera tienen sentido, no se guían por una regla de resolución), que nos irán revelando piezas de información acerca de la perversa historia del lugar, y de dónde está realmente nuestra desaparecida novia.
Una aventura gráfica muy desafiante, pero con una ambientación muy bien lograda, y con una historia de terror psicológico atrapante.
Lo bueno:
-Uno pensará que gráficos de este tipo, compuestos más que nada por imágenes renderizadas totalmente fijas, y videos cortos en el medio, serían más que mediocres. Pero no. En este juego están muy bien realizados, y plasman muy bien esa atmósfera oscura y misteriosa que nos propone la historia. No se necesita más. La banda sonora también es destacablemente desquiciante.
Lo malo:
-Es evidente que algunos puzzles están, por así decirlo, «de relleno», o de más. Varios son frustrantemente difíciles, y nos darán muchas ganas de agredir a nuestro monitor varias veces al darnos cuenta, tras resolverlos, que no había ninguna regla lógica o modo de resolverlo que no fuera ir probando todas las combinaciones hasta acertar.
Lemmings (PC)
Este sí, señoras y señores. Se puede afirmar que el no conocer este juego es prácticamente un delito. Y no haberlo jugado está igualmente mal visto. No importa cuán bueno seas en Halo: Reach, o cuántos hayas matado en CoD, si no has jugado al Lemmings, no sólo no eres un gamer harrcorrr, sino que sencillamente no existes en la comunidad.
Un clonadísimo título que combina los géneros de puzzle con estrategia en tiempo real, una leyenda.
¿De qué va? Dudo que no lo sepan, pero, por si acaso: Los lemmings son unos personajes de cabellos verdes rizados que tienen un inexplicable impulso por caminar ciega y constantemente hacia su inevitablemente. En el juego, nuestro objetivo será evitar que los lemmings lleguen a su muerte, o al menos que todos lo hagan. Para esto, se nos dotará de una serie de herramientas y recursos, entre los que nos encontraremos con la capacidad de poner en el escenario una escalera, o incluso darle a estos personajes habilidades como la de romper paredes, todo esto para guiarlos hasta una especie de portal que los lleva, presumiblemente, al cielo lemming, si tal cosa existe.
Con una mecánica de juego simple e invariable, deberemos ir atravesando una extensa lista de niveles, cada uno diseñado con una dificultad creciente, en los que deberemos aprovechar todas o sólo algunas de las habilidades que podemos darle a estos extraños tipejos.
Realmente no hay mucho más que decir, porque, esencialmente, el juego es muy sencillo. No podemos hablar de historia porque no la tiene, los gráficos, bueno… Los gráficos eran los de una Amiga, igual que el sonido. Pero el concepto… EL CONCEPTO… *snif*.
Lo bueno:
-Es de ese tipo de juegos desafiantes en los que se aplica la frase/pensamiento «un nivel más» (es decir, dos horas más, una vez iniciado el proceso).
Lo malo:
-Es realmente difícil marcar algo malo en un juego tan legendario. Por lo técnico no se le puede pegar, hacía lo que una computadora del ’91 podía hacer. Así que atacaré con maña y marcaré una falta que realmente es mínima y no hubiera cambiado en mucho para mejor, y es el hecho de que no había tal cosa como un modo cooperativo. El modo de dos jugadores consistía básicamente en una pantalla partida, en la que se reflejaba el mismo mapa de cada lado, batiendo a duelo a los jugadores a ver quién salvaba más lemmings. Si hay que decir que faltó algo, diría que hubiera sido bueno crear niveles específicamente para jugar con un amigo, con las respectivas ventajas y desventajas que esto trae. Pero bueno, esto tampoco hubiera sumado mucho. Oh… ¡OH, NO! ¡NO ME PEGUE, SEÑORA LEMMING! ¡NOOOOOOOOOOOOO!
Ahhhhh, casi me olvidaba. Probablemente la única razón por la que muchos leyeron el post.
¿Leyeron todo el post y se dieron cuenta que bien lo podrían haber salteado en busca de este link? Pues gracias, y lástima.
