David OReilly acaba de venir a sacarse la chorra y pasarse los videojuegos. Es lo primero que se me ocurre cuando nos llega el aviso de Everything. El hombre que pergeñó Mountain, ese no-videojuego en el que encarnamos a una montaña pero realmente no lo hacemos y más bien somos espectadores de su devenir, el señor que se marcó el videojuego dentro de Her. Ese hombre. ¿Y cuál era el siguiente paso tras ser una montaña? Exacto: ser absolutamente todo lo demás.
Porque Everything va de eso. Hay un escenario (el mundo) y dentro de él podemos manejar a cualquier cosa que veamos. No hay una variación entre tamaño ni tipo de cosa. Todo. Everything. En palabras de su creador:En Everything cualquier cosa es un personaje jugable: si puedes verlo, puedes serlo. El juego te deja ver el universo entero desde el punto de vista de las miles de cosas que hay en él. No hay distinción entre el jugador y el mundo, o entre un nivel o una criatura. Todo puede experimentarse e interactuar con el mundo.
Everything te deja ser lo que quieras. Si siempre quisiste saber cómo se sentiría siendo un caballo, un clip o el sol, esto va destinado a ti.Ahí lo tienen, un «simulador de consciencia» y una voladura de cabeza que si sale bien va a llevarse por delante conceptos tan fijos como los de «personaje jugador» o «escenario».
¿El resultado? Parece que sólo en PS4, sin fecha aún por determinar.Página Oficial
