Voy a tratar de no ponerme intensito porque estamos ante uno de esos títulos que da pie a hablar de Dostoyevski y miren, por ahí no. Huir de uno mismo, qué movida. Toda la vida huyendo de fantasmas de nombres ridículos o asomando el candil para no encontrar ninguna maléfica criatura al otro lado del pasillo para acabar así, enfrentado a uno mismo. Olvídense de I.A., poderosas rutinas de aprendizaje o elementos similares. Echoplex propone algo tan sencillo como ser capaces de darnos esquinazo a nosotros mismos. Ahora sabrán por lo que tuvo que pasar su exnovi@.
En Echoplex seremos perseguidos por una sombra que imitará todos nuestros movimientos. Su carrera comenzará unos segundos después de la nuestra y estará ahí, abriendo las mismas puertas y activando los mismos mecanismos que hayamos activado nosotros con el único fin de alcanzarnos. Si esto sucede, se acaba la partida.La idea tiene algo de siniestro, pues como si del ente malvado de It Follows se tratara, el enemigo de Echoplex tampoco se cansa. Es más, con el paso del tiempo irá ganando velocidad y esto hará más difícil conseguir deshacernos de él. Podría ser una alegoría en contra de la procrastinación, sobre la muerte o simple divertimento vacuo, pero todo el diseño del título resulta francamente inquietante. Que no os engañe su arte minimalista. Echoplex realiza un metapuzle en el que será necesario la interactuación con nuestro otro yo para poder escapar de él.
No se preocupen si no lo han entendido. Allá va un gameplay.Si todavía no tienen muy claro el sistema de juego o simplemente arden en deseos de probarlo, no esperen más y descarguen la demo disponible en su página de Greenlight (Windows, Mac y Linux). Yo después de echarle un rato he llegado a la conclusión de que si bien parece carne de gamejam, aquí hay mimbres suficientes para sacar algo más que decente en las manos adecuadas. Me viene a la cabeza el recorrido que tuvo SUPERHOT desde su propuesta inicial hasta el resultado final, así que estaremos atentos a su evolución.
