Aunque muchos pensábamos que los salones recreativos se habían extinguido como los dinosaurios, a veces el destino te pone delante sin darte cuenta uno de estos maravillosos lugares a los que acudíamos de niños para disfrutar de espectáculos gráficos que eran imposibles de portar a nuestras consolas caseras.
Silent Hill The Arcade
Artículo Al Azar