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Análisis: Silent Hill The Arcade

Aunque muchos pensábamos que los salones recreativos se habían extinguido como los dinosaurios, a veces el destino te pone delante sin darte cuenta uno de estos maravillosos lugares a los que acudíamos de niños para disfrutar de espectáculos gráficos que eran imposibles de portar a nuestras consolas caseras.

Como buen aficionado cuando una aparición mariana de este tipo se planta en tus narices no puedes más que visitarlo y jugar a todos aquellos juegos que te llaman la atención. La verdad es que poco queda de aquella sensación de miedo, humo, dolor de cabeza y olor a sudor que eran estos salones años atrás. Esquinas dónde se ponía el Street Fighter y se llenaba de canis que te robaban el dinero para jugar partidas con Guile.

Análisis: Silent Hill The Arcade 2
¡Dame tu dinero!

Hoy en día son lugares de fantasía donde niños pequeños disfrutan de piscinas de bolas, adolescentes despreocupados lanzan a canasta y los más atrevidos bailan en el Dance Dance Revolution. Yo me paseaba entre casuals de todo tipo hasta que una recreativa llamó mi atención Silent Hill The Arcade. Un mueble bastante distinto del resto, dónde un montón de telas negras cuelgan alrededor y una vez dentro te envuelve el sonido ambiental del juego.

La saga siempre destacó por sus momentos de terror psicológico, en esta entrega se busca la diversión directa. Podíamos hablar de un plagio de «The House of the Dead» pero con perricos sin piel, bichos que andan raro y las magníficas enfermeras. Tras insertar dos monedas de € nos dispusimos a matar todo bicho viviente en una terrorífica partida a dobles.

Lo primero a destacar es el arma, una pistola MUY de juguete que no cumple con los mínimos de calidad a exigir en un mueble de este tipo. Lo primero el tamaño parece hecho para manos de niño pequeño y no posee ningún peso. Es un trozo de plástico sin aspecto de pistola. Es más a los lados tienen unos botones rojos totalmente inservibles.

Lo peor no es eso, es que lo poco precisos que son. Nunca dispararás donde apuntas. Es más jugando tenía la sensación que el propio juego mataba a los enemigos simplemente si eras capaz de centrar la mira en el medio de la pantalla. Otro aspecto lamentable son los tediosos momentos de carga ya desde el inicio que tarda más de medio en dar comienzo la partida. Numerosas escenas donde los dos intrascendentes protagonistas se dedican a decir estupideces a las que obviamente no prestas atención.

Análisis: Silent Hill The Arcade 3
Disparar con la izquierda y hacer fotos con la derecha

Una vez dentro de lo que es el juego, los gráficos son PENOSOS. La saga nunca destacó en este aspecto, pero podían haber tenido algo de cuidado en los escenarios y que fuesen personajes más definidos. El uso de la niebla está descontrolado, es que parece que los protagonistas tuviesen cataratas. No pido que sean gráficos de última generación, pero al lado estaba el House of the Dead IV y le da por todas partes.

Y hasta aquí lo malo, que por desgracia es MUY MALO. Pero si conseguimos tragar saliva e intentar disfrutar pasaremos un rato muy divertido.

Los enemigos son todos reconocibles, estando cada uno en su sitio. Por las calles los lentorros que se arrastran y los perros sin piel que atacan con mucha fiereza. Hasta ahí más o menos todo transcurre dentro del guión, llegando el climax al entrar en el hospital el escenario más clásico de la saga Silent Hill. Cuando nos adentramos en este lugar no pude evitarlo y grité ENFERMERAS. Son uno de los puntos fuertes del juego, ver como se acercan despacio esos seres de ultratumba y poder dispararles en toda la cara es un gustazo. Algunas van desarmadas, otras te atacan con palos, pero respetan el original y su aspecto demacrado.

El juego hasta este punto no es demasiado difícil e incluso se hace pesado por la repetición de enemigos que nunca llegan a ponerte en verdadero peligro… hasta que llegas al esperado Pyramid Head. Sí amigos hace su aparición en esta aventura para dejarte con la boca abierta y el culo apretado. En ese momento haces uso de la táctica de la metralleta (con una mano sujetas la pistola, con la otra aprietas el gatillo a máxima velocidad). Sin duda es el clímax del juego y un momento a recordar. Es ahí cuando nuestra partida termina ya que una horda de cucarachas se abalanzan sobre nosotros devorando nuestros inertes cuerpos.

Silent Hill The Arcade es una forma más de explotar una saga que ha decaído muchísimo en los últimos años, pero mantiene su encanto para los jugones. Esta recreativa no pasará a la historia por su originalidad ni calidad, pero tiene en su favor que te pone frente a frente con uno de los enemigos más temidos de la historia videojueguil y eso es algo a tener en cuenta. Si un día ves un espejismo en forma de salón recreativo y esta máquina está entre las elegidas, quizás debas gastarte el eurillo que cuesta para revivir la pesadilla, primero por su lamentable aspecto técnico y después en su terrorífico mundo.

  1. Como mola! Nuestro primer análisis de recreativa! No se por qué hacen estas cosas, claro que tiene mucha peor pinta el memories ese…

  2. Te envidio y venero a partes iguales. Eso lo vemos mi señora (ser humano que siente una atracción especial por cualquier máquina que utilice, pistolas, machetes o gas mostaza) y yo y nos dejamos la paga extra de navidad que no tenemos.

    Gran análisis. Exijo que todos sigamos tu ejemplos y entremos a un salón recreativo (si lo encontramos) y analicemos algunas de las tremendas mierdas que allí se encuentran (y no me refiero a los canis de turno…aunque también)

  3. Hace unas semanas pensé en hacer un Tour por todos los salones recreativos de la ciudad y crear un artículo, pero creo que quedan pocos por aqui.

    Si vuelvo a pasar por este analizaré alguna otra máquina, posiblemente la DDR a la cual jugamos aquel dia 2 veces 😀

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