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Primeras impresiones: Die in The Dungeon 1

Primeras impresiones: Die in The Dungeon

¿Quién quiere construir mazos cuando puedes construir dados?

Primeras impresiones: Die in The Dungeon 2
Fecha de lanzamiento
21 febrero, 2025
ESTUDIO
ATICO
EDITOR
HypeTrain Digital, INSTINCT3
PLATAFORMAS
Windows, macOS

Debo confesar que hasta hace relativamente poco, no era un gran fan de los roguelikes o roguelites. El hecho de hacer partidas que sí las pierdes, no progresas ni desbloqueas nada, no ha ido mucho conmigo. No puedo negar que he caído en las redes de más de uno, pero más como quien hace un sudoku por pasar el rato que por puro gusto. Eran mi forma de desconectar un rato, sin involucrarme demasiado con lo que pase en el juego. Aunque hay roguelikes tan caóticos que necesitan tu atención constante pero total, al final es solo una run. ¿O no? Y esa es la gran mentira que todos nos hemos contado jugando al género de las runcitas. Por motivos del azar y la falta de tiempo para jugar en largas sesiones, Slay The Spire fue el elegido para enamorarme de ellos. Ahora, ya no los veo como un entrante de los videojuegos, sin menospreciar a los entrantes, que algunos salvan comidas enteras. Desde entonces, siempre estoy al acecho de cuál puede ser el siguiente en el que caiga atrapado. Siendo Balatro el más reciente, el nivel de expectativas es bastante alto. Pero desde ATICO games, han sabido regalar una pequeña joyita que todavía está en Early Access, pero que promete, y mucho.

Die In The Dungeon, es el juego en cuestión. Uno que en realidad ha salido de itch.io, solo que añadiendo un Origins al final del título. Y es que, después de enamorar con esa ranita y su “construcción de dados”, poneos un pin mental a esto, decidieron crear una versión más completa. Me perdí esa versión de itch.io y aún así lo sumé al carro, para mis gustos fue suficiente con ese buen pixelart y ser un roguelike con miga. Todo bajo una temática tan anfibia, el personaje es una rana, pero los enemigos son insectos, así que me resultó irresistible probarlo. Que por cierto, para quien quiera darle un tiento de forma gratuita todavía se puede descargar su versión Origins, desde itch.io al menos, y así probar cómo va la cosa. 

Primeras impresiones: Die in The Dungeon 3

Ahora sí, presentados todos, podemos desgranar un poco lo que hace Die In The Dungeon diferente, porque sí es un roguelike deck-builder. Uno, que en un primer vistazo, puede parecer que es otro más, por el mapeo en salas de una forma parecida a otros del género como Slay The Spire  -es decir, que hay un mapa en el que vas progresando por salas diferentes en la que te esperan, enemigos, eventos, tiendas…-. Un poco lo clásico se podría decir, el girito viene en el combate, porque aunque veas a esa ranita tan inocente, puede llegar a pegar unas hostias como panes gracias a los dados. Ya que, recordando el pin mental, el que os he dicho en el párrafo anterior, el combate en Die In The Dungeon consiste en construir un mazo, pero de la misma manera que harías en otros. Aquí los mazos no son con cartas, sino que son mazos de dados. Al principio tengo que reconocer que me hacía recordar a Dice the Dungeon y a SpellRogue, juego del que ya hablé en esta casa. Así que, esto no es lo novedoso. El girito es como los usas. Para ello, los tienes que colocar en una especie de tablero. Y en función del sitio en el que los coloques y del tipo de dado, se sumarán unos con otros haciendo sinergias que te hacen sentir un maestro del ajedrez. Sí, lo sé, suena muy complejo, aunque el juego se encarga de que no te resulte difícil con su tutorial y sus primeros niveles. Eso sí, tampoco quiero engañar a nadie, porque el juego te hace estrujarte un poco de más la cabeza para hacer la jugada más óptima aprovechando los dados.

Habiendo mencionado la principal diferencia, puedo decir que el resto, se parece más a lo que ya hacen sus hermanos del género roguelike. Aunque todo con su propia personalidad. Antes de empezar una run, eliges a tu rana representante, siendo cada una de su padre y de su madre. Cabe mencionar que, de momento hay 3, en el estado de early access, en la hoja de ruta planean aumentar el número. Esa primera decisión de qué rana escoger, te condiciona más que nada en la reliquia con la que empieza el personaje, los dados con los que venga de serie y la forma del tablero. Una vez elegido, ya vas al lío. Sí es tu primera vez, mejora usa el tutorial que está muy bien explicado. Aunque donde vas a aprender como funciona todo es improvisando sobre la marcha, por lo que no te cortes. Al empezar tú primer combate, tu ranita sacará unos dados de la bolsa, que sería lo que un mazo a una baraja. Los dados con los que empiezan, suelen ser básicos, para atacar, protegerte o curar. Y no me olvido de la maravilla que da pie a las jugadas: los dados especiales y/o de mejora, con estos empieza todo.

En el combate, en todo momento ves lo que va a hacer tu cuco enemigo, aunque eso sí, en serio los diseños son bastante monos. Así que con esa información y con los dados que te han salido… Toca la “elección de carta”, o lo que es en este juego, la elección de dado. Aquí está la magia, porque hay dados con los que puedes hacer absolutas barbaridades, desde multiplicar a copiar a otros dados. Limitado por eso, que sin limitaciones te sentirías la mejor rana del estanque desde el inicio y no sería muy satisfactorio. Las limitaciones vienen del clásico maná/energía de los juegos de cartas. Cada dado cuesta una cantidad de energía, por lo que sí solo tienes 3 de energía, no vas a poder usar todos los dados. Además de tener espacio limitado en el tablero, los dados de mejora limitan donde puedes poner los dados para obtener la mejora… O incluso huecos ocupados por dados de los enemigos. Vamos que no te lo ponen fácil ni un poquito. 

Primeras impresiones: Die in The Dungeon 4

Por sí sientes que hay poca variedad con el tema de los dados, no te preocupes, que aparte de las versiones básicas, hay otras con efectos añadidos. Sin contar con las que puedes añadir tú en las tiendas de mejora. Infinidad de posibilidades. Y no solo en los dados, porque también tienes que sumarle las reliquias, que son objetos especiales que te hacen mejorar en la run. Sí has jugado a Slay de Spire o del estilo ya las conocerás a qué me refiero, si no, son bastante simples de entender jugándolo. Estas reliquias las conseguirás de enemigos elites, tiendas, eventos o jefes finales. Las hay que son simples y otras que son superútiles. No quiero hablar de más porque hacer estrategias y sinergías es algo que quieres experimentar por ti mismo.

Toda esta mezcla de dados, artefactos, personajes… Crea en Die In The Dungeon  las famosas “infinitas posibilidades” que a tantos nos engancha. Me gusta mucho que no tengan ese tipo de limitación en las partidas, porque en otras propuestas puedes encontrarte con los típicos rankings de qué ítem/arma u objeto es mejor para ganar, y en este no lo he notado tan así. Si no que las sinergias rotas te las cocinas tú mismo. Es verdad que eso puede costar que resuene con algunas personas, pero a los que les guste el rollito como a mí, verán que hay una mina de oro. Eso sí, por muy pasado que puedas ir, que no se te suba demasiado a la cabeza, que los enemigos no son esponjas de vida, que pegan duro. Además de los golpes de realidad, en los que te das cuenta que igual no deberías haber cogido cualquier dado sin mirar sus caras y me ha salido rana. Lo digo por experiencia. 

Como último punto a mencionar, es uno que para mí es importante en estos juegos y es el tema de frustración y repetición. Está claro que lo de tener variedad para hacer posibilidades está guay, pero sí es frustrante, lo mismo a la tercera partida, ya que te quieres bajar del barco. En eso, Die In The Dungeon, cumple y con nota. Tiene un sistema muy inteligente con sus dados y “la mala suerte”. Cuando eliges un dado, en todo momento cuantas caras tiene y sus valores. No son dados del 1-6, sino de que lo mismo tienes un dado de 4 lados y sus valores son 0-4-4-2. Así que aunque haya un cero también siempre te pueden salir dos 4. Es más, sí quieres jugarlo en modo calculadora humana, el juego te dice la media que hay de todas las caras, por si te quieres acoger a las “probabilidades”. Si a eso le sumas que los dados que usarás en la partida, los eliges tú… Acabas por darte cuenta, que no es tanto un “la suerte está echada”, sino que te la creas tú con tus decisiones. Esto de verdad que es algo que se agradece, porque no notas que esté siendo injusto por la falta de “suerte”, si no te hace ser más consecuente por lo que has elegido, así que sí has cogido un dado que igual era un poco pocho hay que apechugar. Por si eso fuera poco, tiene un último añadido para la sensación de injusticia, como son los dados de mejora. Porque un dado que vale 0, no cuesta energía y lo puedes poner en el tablero con uno de mejora que sí le dé valor, haciendo incluso un 0 siempre sea útil. Y si no, siempre tienes la opción capitalista de la tienda, donde pagando puedes modificar el valor de las caras de un dado. Literalmente puedes trucar tanto el azar que tengas un dado con el mismo valor en sus caras. Vamos que por posibilidades hay tantas como ganas tengas de experimentarlas. Incluso está planteado el casual de hincharte a coger dados y que no te salga el “Bueno”. Sí eso te pasa, déjame decirte dos cosas. Primero que no estás solo, yo también peco de coger casi todos los dados que veo en lugar de saltarlos. Y segundo, tienes un sistema para robar un dado extra en tu turno. Sí hago tanto hincapié en ello, es porque en estos detalles es donde se ve sobre todo la brillantez de como está planteado. De nuevo, repito que es un sistema muy bien pensado y muy inteligente. En la preview de Spellrogue, mencioné que hacía sus triquiñuelas para no sentirse tan injusto, pero no tenías la sensación de que la situación estuviera bajo tu control. Aquí, en cambio, sí te vas al hoyo, probablemente te lo habrás ganado. 

En cuanto a la repetición… Pues es un roguelike, así que el juego va de repetir probando diferentes opciones. Es posible que sí ya de por sí no te gusta el género, este tampoco lo vaya a hacer. Las partidas se hacen bastante amenas y la sensación de progresión es constante, no he dejado de desbloquear nuevas reliquias. Es cierto que sí eres muy completista te vas a encontrar con el techo que supone jugar a un Early Access, porque puedes ponerte relativamente rápido al día con los logros y el contenido. Así que sí eres de los que te gusta estar viendo contenido nuevo en cada run por ahora tendrías que esperar. En alguna partida se me ha repetido algún evento, aunque para mi gusto personal no es molesto.  Al menos en el momento de escribir esta preview. 

Para todos aquellos a los que estás palabras les haga resonar esa zona del cerebro, creedme no os está mintiendo. Es una joyita que funciona muy bien, se ve muy bien y suena muy bien. Porque los gráficos pixel art están muy bien conseguidos, todo se ve muy cuco con personalidad. Y las canciones no se quedan atrás, hacen muy amenas las horas que quieras dedicarle. Con todo eso, a aquellos todavía indecisos por estar en Early Access, dejadme deciros, que sí, es normal que haya dudas y prefiráis esperar. A todos nos gustaría tener todo el contenido y no tener que estar esperando y que haya cambios sobre lo que ya has aprendido, pero lo que hay aquí lo vale. Solo queda esperar que desde ATICO games pulan esta gema el tiempo que necesite para tener a unas ranas como come horas del gentío.