Con lo relevante que fue culturalmente la Guerra Fría y esa sensación de que el mundo podría irse a la mierda en cualquier momento no deja de ser sorprente que haya muchísimos más videojuegos de cualquier otra época histórica que de ella. Me atrevería a decir, incluso, que hay más videojuegos modernos de la Primera Guerra Mundial, que también estaba más olvidada en favor de la Segunda. Supongo que así son las modas, al fin y al cabo no hace mucho que salieron All Wall Must Fall o Phantom Doctrine. INDUSTRIA sí se apoya en ella, aunque realmente más en su final.
El juego de los escoceses Bleakmill imagina una especie de realidad paralela en la que una investigación gubernamental por parte de Alemania del Este ha salido bastante mal y, la misma tarde de la caída del muro, alguien topa con esa suerte de mundo paralelo a pesar de que el Gobierno ha hecho todo lo posible por tapar su existencia. En palabras de sus creadores:
En la tarde de la caída del muro de Berlín, una joven se sumerge de cabeza en una dimensión paralela para encontrar a su colega de trabajo desaparecido en misteriosas circunstancias. Mientras los puestos de control en Berlín Oriental siguen siendo invadidos por multitudes de personas, Nora escapa de este mundo, hacia capas de tiempo desconocidas y hacia un destino desconocido.
Como ven, una suerte de steampunk en un videojuego de acción en primera persona, disparando a roboces mientras tratamos de encontrar a nuestro compañero desaparecido y de desentrañar el misterio del mundo paralelo al que hemos accedido. Quizá lo que más me ha sorprendido (quitando los escenarios) cuando vi cómo presentaban el juego es lo directos que son: esto es una experiencia de cuatro horas, hay un número pequeño de armas y la idea es que todo funcione bien por ese espacio de tiempo. ¿Para qué más?
INDUSTRIA llegará a PC el 30 de septiembre, en apenas diez días. Ojito que hay mucho más en nuestro Calendario Indie.