Hay algo en la fórmula de Diablo que siempre me ha alejado de él. No se trata de que no me guste, pero siempre que lo intenté, y con Diablo II lo intenté varias veces, tuve la sensación de que el título me arrastraba a un estado mental que no acababa de gustarme. Bien sabe dios Newell que no tengo nada en contra de la acción descerebrada, pero alcanzar la fase Rem a base de una sucesión de clicks no es lo mío. Quizás por eso, y también por la elevación de la comunidad jugona a los altares de un título que no creía para tanto, le he tenido desde entonces un poco de tirria al concepto.
Eitr comienza con el acierto de devolverle a la fórmula del título de Blizzard la oscuridad y el malrollismo que había perdido en su última entrega. El gotiquismo del original se entremezcla con raices nórdicas mientras se huye del discurso rimbombante que había fagocitado el género y se tiende hacia una acción más pesada (en el mejor sentido de la palabra) parecida a la que comanda la saga Dark Souls. Nuestra pelirroja heroína tiene un movimiento pausado y los efectos de la lucha se reflejan de manera sonora en una respiración incómoda, otorgando la sensación de esfuerzo y vulnerabilidad. La fórmula se completa con un diseño de pixel-art modernete bien resultón que le aporta al conjunto al atmósfera marrollera de la que hablaba al principio.Por el momento no hay noticias por parte de Eneme Entertainment sobre posible fecha de finalización, campaña en Kickstarter o plataformas destinadas, pero pueden apostar sus patillas a que le seguiremos la pista.EitrEitr TigSource