Para todos aquellos que van a bajar directamente a mirar la nota… lo siento, no hay, pero tranquilos que os ahorro el trabajo. The Witcher 2 es uno de los mejores juegos de esta generación y el mejor título que he jugado en este 2011 así que ya podéis correr a comprarlo, alquilarlo o robarlo porque a poquito que te consideres amante de los videojuegos es una adquisición imprescindible. Para todos los demás vamos a explicarlo un poco mejor.
La obra de Andrzej Sapkowski basa la mayor parte de su carisma en dos pilares: la recreación de un universo medievo-fantástico absolutamente decadente y alejado de cualquier atisbo de honor y en Geralt de Rivia, el protagonista de sus novelas, un brujo (mutante) cínico y descreído que se gana el pan cazando monstruos (aunque sólo cuando estos amenazan la paz). En base a estos dos únicos sustentos, el autor polaco ha creado una serie de siete novelas que explotan la visión de Geralt del mundo que le rodea, un mondo corrompido por los intereses políticos, gobernado en su mayoría por racistas humanos que ven en los elfos o enanos una amenaza y una escoria inmigrante principalmente y en Geralt un mutante en quien no se puede confiar que es únicamente tolerado por sus habilidades como hechicero. Un mundo en el que los magos, como si de altos cargos financieros se tratara actúan como consejeros de reyes gobernando desde la sombra y donde las leyendas se mezclan con las verdades. El mundo creado por Sapkowski es el anti-Tolkien en su máxima expresión donde los héroes rara vez lo son si no es a su pesar.
La gente de CD Projekt RED STUDIO tenían ocho libros en los que apoyarse a la hora de desarrollar The Witcher 2, pero como ya hicieran con The Witcher han optado por una historia original utilizando todos los elementos creados por el autor polaco. Esto que podría ser arriesgado no sólo se torna como la mejor opción posible una vez estás dentro del juego sino que según van pasando las horas te das cuenta de que The Witcher 2 tiene una historia y, sobre todo, un desarrollo que supera por momentos a las obras originales. Ignoro cuan estrecha ha sido la colaboración de Sapkowski durante el desarrollo del título (en los créditos le nombran varias veces como «colaborador» y le dan las gracias por su apoyo) pero sin duda alguna debe sentirse orgulloso del trabajo realizado por los desarrolladores.
El inicio de The Witcher 2 es tan tramposo como necesario. Comienza utilizando el manido recurso de amnesia+flashbacks que tan buen resultado da al comenzar una historia. Si bien la amnesia forma parte de todo el desarrollo los flashbacks, afortunadamente, acabarán una vez completado el prólogo (al menos a nivel jugable). Nos encontramos en una cárcel sin saber que ha ocurrido y seremos interrogados por un oficial que nos pedirá que le contemos los acaecido en los últimos días. A partir de ahí comenzaremos a desgranar una historia que mezcla intrigas políticas con el pasado de nuestro héroe de una forma magistral. Es tramposo porque el flashback siempre lo es y necesario porque nos da tiempo para situarnos frente a los sucesos que se nos presentan desde una perspectiva ya vivida, lo cual ayuda a familiarizarse con el juego sin necesidad de realizar un cansino comienzo lleno palabras grandilocuentes y buenos deseos para el «viaje que vas a comenzar».
El desarrollo de nuestro personaje es completamente coherente con el material del que dispone. Esto es que Geralt no es un joven elegido recién salido de un pueblo ni un mago novicio dispuesto a conocer mundo. Nuestro protagonista es un brujo y como tal domina varias artes desde el comienzo del juego. De esta manera podremos estar lanzando una serie de hechizos y dando espadazos a varios contrincantes a la vez desde el principio, resaltando la leyenda del propio Geralt como la de alguien muy peligroso y difícil de matar. Al fin y al cabo es un cazador de mosntruos y su fama le precede. Esto no quiere decir que la evolución del personaje sea mínima sino que evolucionará a partir de lo que ya conoce perfeccionando sus técnicas.
La evolución de nuestro héroe se divide en tres ramas: «esgrima», «alquimia» y «magia» mas una cuarta que es la única disponible al inicio llamada «entrenamiento». El proceso para ir desbloqueando cada uno de los atributos de las mismas se basa en la clásica «experiencia» obtenida a través de la resolución de misiones y combates con los enemigos. Debido a que el crecimiento de Geralt se limita nivel 35 no podremos ser expertos más que en una de las tres ramas por lo que una vez se ha coqueteado con ellas conviene decidirse por una y dejar las demás de lado. Como ya habíamos comentado esto no significa que si nos decidimos por la magia seamos mancos con la espada sino que los hechizos de nuestro protagonista serán más poderosos. En mi partida (doble, aunque ya llegaremos a eso) opté por mejorar la magia y, como casi siempre, esto supone un inicio recargando muchas veces la partida y un final más o menos cómodo. Quizá la que a priori puede ser más compleja es la alquimia, pero ya lo veremos más adelante.
Si estamos hablando de un RPG hay que hablar de la historia y su desarrollo y aquí es donde The Witcher 2 eleva un escalón el género. El título de CD Projekt RED STUDIO es el RPG que mejor fusiona las misiones principales y secundarias que existe a día de hoy. Esto, lógicamente, lo digo basándome en mi experiencia como jugador pero creerme si os digo que no es poca. La fusión llega a tal punto que por momentos nos veremos más envueltos en las subtramas secundarias que tienen que ver con la misión principal que en ella misma. Pero por si no me creéis pongo un ejemplo rapidito:
MINI SPOILER – – MINI SPOILER – – MINI SPOILER
En un momento del juego un importante cargo será envenenado y el pueblo acusará a otro importante cargo de su envenenamiento (misión principal), bien pues inmediatamente podemos hablar con los aldeanos sedientos de sangre y zanjar la cuestión malmetiendo contra el supuesto asesino para que estos se tomen la justicia por su cuenta. También podemos hablar con los aldeanos y ganar algo de tiempo por si queremos indagar en la cuestión. Investigando acerca del asunto descubriremos que algo no cuadra (misión secundaria), pero sólo lo haremos si no hemos realizado antes otra misión secundaria que, en principio no tenía nada que ver. Una vez terminada esta misión en la que descubriremos datos importantes sobre el supuesto envenenamiento podremos optar por pasar de lo recogido y malmeter contra el sospechoso o continuar investigando y ahí comenzaría otra misión secundaria que nos llevará a conocer más información sobre las causas del envenenamiento gracias a una carta que puedes encontrar como parte del registro de una casa, pero que no es indispensable para completar esta misión secundaria. Una vez obtenidos estos datos podemos seguir actuando como nos de la gana porque, además, ninguno de los datos incrimina o exculpa absolutamente a nadie sino que se limitan a proporcionarnos dudas razonables sobre los hechos que se nos presentan.
FIN DEL MINI SPOILER – – FIN DEL MINI SPOILER – – FIN DEL MINI SPOILER
Por terminar con el tema podría decirse que está al nivel de Alpha Protocol en este aspecto, superándole en la sinergia de tramas principales y secundarias.
Con respecto a la dirección técnica hay mucho que decir pero se resume en muy poco: Es un referente para todo lo que venga a partir de ahora. Tras un acabado técnico que prácticamente sólo compite contra sí mismo y quizá el primer Crysis se muestra un derroche creativo y artístico pocas veces visto en una producción videojueguil. Tanto las armaduras como los ropajes tienen una clara inspiración en varias series actuales de televisión (quizá ‘Los Tudor’ sea su mayor referente a nivel de cortesanos) y tanto el diseño de los pueblos, ciudades y bosques es un derroche de amor por la arquitectura y cada uno de sus referentes (Vergen, la ciudad de los enanos es impresionante) que raya la obsesión. Los bosques, donde pasaremos buena parte de nuestra aventura, tienen el encanto suficiente como para albergar todos los tipos de seres que se encuentran en su interior. Todo esto queda subrayado por la inclusión de unos efectos climáticos espectaculares (no es el que más impresiona pero ojo con el efecto de nieve del que disfrutaremos en un momento dado de la aventura) que junto con la transición día noche convierte a The Witcher 2 en uno de los juegos mas hermosos jamás realizados. Evidentemente todo esto es desde el punto de vista occidental, si eres de los que les va más los pelos de colores en peinados imposibles y las espadas gigantes controladas por niños andróginos no estarás demasiado de acuerdo con lo expuesto.
El apartado artístico lo completa una excepcional BSO creada por Krzysztof Wierzynkiewicz (al que podéis conocer aquí) de un corte épico/siniestro que ejercerá como acompañamiento durante la mayor parte del título y ensalzará las escenas más importantes. No voy a entrar a valorar todo lo referente a la ambientación sonora puesto que no tengo ni puta idea, sólo decir que me ha parecido excelente el comportamiento del sonido según el clima. Quiero destacar la calidad de la dirección artística de las animaciones que podemos ver en los flashbacks e interludios. Tras repasar los créditos no he conseguido saber si están realizadas por una empresa externa o por la propia gente de CD Projekt RED STUDIO pero en cualquier caso son excepcionales y darían de sobra para una serie de animación o comics.
¿Entonces todo es maravilloso y magnífico en este The Witcher 2? Pues no, puesto que contiene algunas decisiones que no se acaban de entender. Dispondremos de tres tipos de minijuegos que nos ayudarán con alguna misión secundaria así como para ganar algo de pasta. Estos son dados, pulsos y peleas de puños y los tres son una puta mierda sin excepción. El primero porque es un coñazo, el segundo porque, aunque bien planteado, es tan fácil que da risa y el tercero porque es a base de QTEs (que también saltarán muy puntualmente en las luchas contra ciertos bichos) que rompen con el resto de la dinámica del juego. Puntualmente jugaremos (o no) a un juego con unos cuchillos que no acabé de entender bien aunque conseguí superarlo, lo cual no dice mucho a su favor. Siguiendo con elementos externos está la decisión de haber colocado un tamaño de letra minúsculo y no me refiero en los diálogos (menos mal) sino en todo lo referente a la información de pantalla mientras jugamos lo cual convierte en un infierno el percatarse de cierta información y de cuando has de pulsar la tecla adecuada en los dichosos QTEs con los enemigos. Luego está el tema de los brebajes, puesto que Geralt no puede prepara sus pócimas cuando quiere ni beberlas en los momentos que desee sino que tendrá que entrar en una especie de estado de trance al que sólo se puede acceder si no hay enemigos cerca. Esto quiere decir que previniendo un combate será cuando cuando debamos ingerir los brebajes necesarios para poder superarlo y dado que habrá veces que no lleguemos a entrar en combate porque lo resolvamos por alguna vía diplomática y otras veces nos encontraremos con un grupo de bichos o maleantes por el bosque sin tiempo para reaccionar pues se antoja una decisión algo extraña el tener que «adivinar» lo que va a pasar. Por último creo que una de las habilidades mágicas de Geralt no está del todo bien balanceada y estoy hablando de la señal de QUEEN, que otorga un escudo temporal que se debilita con el tiempo y que en los niveles más altos no sólo protege al protagonista sino que además hiere a sus atacantes. Resulta inevitable que en cuanto hayamos subido esta habilidad la usemos para todo, dando una sensación de inmortalidad que no le sienta del todo bien en ciertos compases del juego.
Y después de todo esto volvemos al párrafo inicial. The Witcher 2 es uno de los mejores juegos de esta generación y el mejor título que he jugado en este 2011 decía y despúes de todo el texto me reafirmo en ello. Como RPG contiene una de las mejores campañas que me he echado a la cara en mucho tiempo, alejando al personaje principal de «El Viaje del Héroe» para adentrarle en un mundo donde no es bienvenido y que no cambiará con sus actos, sean estos los que sean, aunque dejará su huella en el futuro más inmediato. Dicha campaña es altamente rejugable, de hecho el segundo acto es completamente distintos dependiendo de una decisión vital (o de varias encadenadas) que tomemos en el primero y el tercer acto variará en buena parte dependiendo de cómo hayamos llegado hasta ahí. Por su parte el dibujo de los personajes es fantástico destacando sobre todos ellos a Iorveth, un elfo lleno de ira que poseerá alguno de los mejores diálogos del título. Tampoco faltan momentos de humor (ojo al momento «lesbomancia») e incluso autoparodia para el propio mundo de los videojuegos (durante el prólogo encontraremos a cierto personaje conocidísimo que ha tenido una mala caida) así como al propio mundo de fantasía mediaval («no pienso ir descalzo a tirar un puto anillo a ningún sitio» comenta Geralt en un momento dado). Todo esto sumado a un acabado técnico prácticamente perfecto convierten a The Witcher 2 en un clásico instantáneo y uno de los referente de RPG marcando un listón muy alto que deberán superar el resto de desarrolladoras que hasta ahora mantenían el género occidental.
