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Análisis: Randal’s Monday

Análisis: Randal's Monday 1

Randal no es un buen tipo. Ni siquiera tiene como característica redentora ser un buen amigo. Es más bien un cabronazo, un tipo miserable con el dinero, un egoísta que sólo piensa en su propio bien y que no dudará en pisar a los demás para conseguir lo que quiere.

Alguien capaz de, en plena celebración del compromiso del tipo al que llama «su mejor amigo», aprovecharse de su borrachera para robarle el anillo y sacar una fortuna vendiéndolo.

Ése tipo de tío.Y sin embargo, como en nuestros sueños más locos cuando pensamos en alguien que de verdad se lo merece, a Randal el destino le guarda una jugada que hará que acabemos empatizando con él y (por qué no) hasta cogiéndole un poco de cariño.

Porque el anillo está maldito y ha decidido hacerle un «Bill Murray», dejarlo atrapado en un lunes perpetuo que comienza con el suicidio de su amigo por la desolación que le ha causado perderlo. Porque para liberarse de la condena tendrá que dejar de haraganear y jugarse el tipo en una ciudad que con cada iteración será más loca.Bienvenido a Randal’s MondayAsí comienza la aventura gráfica de nuestros compatriotas, Nexus Game Studios. Un juego de point & click («point & geek», dicen ellos) cuyo principal pilar es un sentido del humor inmenso y una variedad tan loca de situaciones que es imposible permanecer indiferente. Porque lo que empieza como un primer lunes normal en el que vamos a empeñar el anillo para sacar un dinerito, pronto empieza a mutar en algo extraño y surreal.La maldición de Randal, eso sí, tiene una serie de normas que pronto nos quedarán claras. Aunque los lunes se repitan cada vez que nos vayamos a dormir, todo lo que Randal ha tocado o alterado de alguna forma pasa a formar parte de la nueva realidad, pervirtiendo poco a poco el flujo del espacio tiempo para ir acomodando cada nuevo cambio. No será extraño ver cómo cambian algunos secundarios, partes del propio escenario que hemos roto y hasta eventos para frikazos.Decía que la principal baza de Randal’s Monday es su sentido del humor, tremendamente referencial y paródico. Aquí hay sitio para todo lo que tenga que ver con la cultura geek: menciones a las evidentes Star Wars y Star Trek, pero también chascarrillos con 2001 o Regreso al Futuro, los lógicos homenajes a The Twilight Zone (en forma de maravilloso personaje) y hasta una brutal parodia de Cadena Perpetua (que es mi momento favorito del juego).

Un despliegue de guiños al jugador, de martillazos a la cuarta pared y de bromas que lo sitúan en la escuela más clásica de la aventura gráfica, aquella en la que era tan importante la risa como jugar.Los diálogos acompañan a todo este apoteosis de locura y necedad, siendo sus mejores momentos cuando hemos de resolver algún problema a través de ellos. Especialmente memorables son varios «duelos» de tonterías, que exprimen tanto las referencias que podrían hacer que quien no las conozca se pierda un poco.

Una pequeña pega constructiva: a menudo dentro de la propia gracia del juego, hay veces que los diálogos se estiran demasiado. Como si los personajes estuvieran obligados a responderse continuamente, a ser los que se quedan con la última palabra o el retruécano final. Esto, hecho un par de veces, funcionaría muy bien, pero se repite y puede llegar a cansar en algún momento.Mis problemas con la justiciaLos rompecabezas del juego están también muy permeados por el sentido del humor del juego, requiriendo muchas veces combinaciones muy locas para seguir avanzando en la trama. Aquí Randal’s Monday va a exigirle un poco de complicidad al jugador, porque sigue bebiendo de los referentes clásicos: hay que hablar con todo el mundo, pensar muy bien cuál es nuestro siguiente paso, explorar todos los escenarios disponibles… Si no, acabará siendo habitual que nos quedemos estancados.Aunque en general todos los puzzles tienen su lógica (rematada y ubicada en el universo de juego, pero lógica al fin y al cabo), yo he acabado recurriendo al simpático sistema de pistas más veces de las que me hubiera gustado (y cómo agradezco su inclusión). Esto se debe a que muchas veces la lógica es a posteriori: cuando resolvemos el problema entendemos todo lo que nos ha llevado a resolverlo. No pasa siempre y seguramente tenga que ver con lo desentrenado que estoy gracias a los títulos actuales, pero creo que es importante tenerlo en cuenta a la hora de enfrentarse a él. Sabiéndolo, vamos a disfrutar más de los puzzles y a frustrarnos menos.No quería terminar esta crítica sin hablar del doblaje (cosa que no suelo hacer). Desde Nexus Game Studios no han escatimado y cuentan con lo mejorcito del panorama nacional: Ramón Langa (doblador habitual de Bruce Willis), Pepe Mediavilla (Gandalf, Morgan Freeman…). Está bien dirigido y consigue añadirle una capa extra de carisma y cariño al juego.Ahora que has leído toda esta parrafada quizá te estés preguntando si Randal’s Monday es un videojuego para ti. Igual deberías volver a leer porque yo no tengo por qué repetirme.

Pues respóndete a ti mismo: ¿te gustan las aventuras gráficas de la escuela LucasArts? ¿Cositas como El Día del Tentáculo o el infravalorado Igor: Objetivo Uikokahonia? ¿Estás dispuesto a romperte un poco la cabeza a cambio de partirte continuamente de risa porque eres un jodido friki? ¿Quieres ver las pantallas de carga y notas de suicidio más divertidas de la historia del videojuego? ¿Y tienes doce horitas para dedicarle?

Si la respuesta es afirmativa, corre a por él. Y si no, pues oye, qué pena tanta amargura.