En ajedrez, un gambito es una apertura en la que el jugador suele sacrificar una pieza para ganar ventaja. Como en cualquier otro juego, esto puede salir bien o mal.
En Leviathan, Bioware han decidido hacer lo mismo con uno de sus secretos argumentales: sacrificar uno de sus misterios para crear el primer DLC con historia para Mass Effect 3.
La premisa del descargable es encontrar al Leviatán, una especie de criatura que ha sido capaz de acabar con un Segador. Para ello tendremos unas tres horas por delante, cuatro nuevos escenarios y varios personajes que aún no habíamos conocido. El ritmo de la trama, a pesar de la duración, no es acelerado, sabe desvelarse poco a poco y jugar con el jugador sin revelar absolutamente nada hasta el momento final, en el que tenemos que aceptar el gambito que nos han dado los desarrolladores.
Al igual que con el descargable que añadía al compañero proteano, uno lo primero que piensa es que algo así no debería estar fuera del contenido original del juego, pues es una revelación devastadora y cambia el entendimiento del jugador sobre el universo de Mass Effect. Y, sin embargo, es lo que acabará haciendo que pasemos por caja, porque el fan no querrá perderse algo así. Además, encontraremos por doquier archivos que aportan algo más de información sobre eventos de juegos anteriores, sobre posibilidades no exploradas…
La buena noticia es que Leviathan no es sólo su historia. Porque para sumergirnos en ese ambiente oscuro, casi lovecraftiano, Bioware han sabido hacer gala de sus mejores habilidades para crear un contenido jugable a la altura. Encontraremos momentos de todo tipo: desde los ya clásicos tiroteos (se añaden dos nuevas armas y varias modificaciones) hasta la exploración y la conversación, pasando por una especie de minijuego de investigación y localización de pistas; que es muy sencillo pero nos obliga a cruzar datos para atinar a la primera con el siguiente lugar al que deberemos ir.
Es curioso encontrar cómo el modo multijugador ha alimentado varias de las escenas de acción, porque encontraremos que debemos hacer alguna de las tareas que se incluyen en él (por ejemplo, escoltar un bot), dándole una textura que el usuario no había visto en el modo historia. Además, y ya en la parte final, encontraremos un modo de jugabilidad y un escenario que nunca antes hemos visto, que consigue sumergirnos muy bien en la idea principal. Lamentablemente, este tramo es demasiado corto y quizá falto de ambición, porque da para mucho, muchísimo más.
Hablando de escenarios, el mimo que se ha tenido con ellos es asombroso. Desde sus pantallas de carga (móviles y con aire a concept art) y música hasta los propios fondos, tienen vida propia. Cada uno de ellos nos ofrece una cosa distinta, una jugabilidad adaptada. Vemos guiños a una de las misiones secundarias de la segunda parte con la exploración vertical y un enorme ambiente que se desmorona, guiños a la primera parte…en el fondo, es todo un enorme homenaje al jugador que ha disfrutado con la trilogía.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Para empezar está el tema de la duración, porque el contenido difícilmente es rejugable. Prácticamente se nos quita la posibilidad de tomar una sola decisión, sino que más bien perseguimos el mismo objetivo, ya sea como parangón o renegado. Y los diálogos son con los nuevos personajes, porque, aunque se añaden unas líneas para cada acompañante según vamos avanzando en la trama, su papel acaba siendo un poco anecdótico frente al Leviatán. Tampoco es aconsejable enfrentarse a la misión sin, al menos, haber terminado el juego por primera vez, porque lo que se nos cuenta al final es una previa de lo que está por pasar.
Se podría contar, seguramente, alguna cosa más, pero hay sorpresas que es mejor no desvelar. Para el fanático de la saga se convierte en un imprescindible, y adopta un papel similar al que tenía La Guarida del Corredor Sombrío en la segunda parte. Es un contenido significativo, con trama de calidad y soluciones nuevas de jugabilidad y el mayor pero que se le puede poner es que haya que pagar por él. El gambito funciona y sólo queda esperar que si siguen sacando DLC’s, no estén por debajo de éste.