Astervoid 2000Crítica
Aquí, en Nivel Oculto, somos muy aficionados a los videojuegos profundos, a los que te estrujan el cerebro y deben ser analizados sesudamente, fumando en pipa y con el diccionario de Covarrubias sobre la mesa. Inside, Braid y Pony Island se llevan nuestras alabanzas. Sin embargo, muchas veces nos toca hablar de juegos que no tienen pretensiones didácticas o artísticas, ni moralejas, intentos de remover la conciencia o causar dilemas. Así nacieron los videojuegos, cuando en este oficio los magos de la programación trabajaban para inventar un pasatiempo y ganarse unas perrillas. A pesar de la evolución del medio, seguirán haciéndose juegos de este tipo; diría que la mayoría son así, también entre los indie, aunque se intenta no copiar al dedillo las fórmulas originales y todo viene con un aspecto mucho más moderno, o incluso imitando a lo antiguo, que es otra forma de modernidad.
El caso es que para hablar de Astervoid 2000, cuyo nombre ya es una pista, tengo que refrescar la memoria viajando hasta el año 1979, cuando la conocida compañía Atari, pionera del entretenimiento electrónico, sacó al mercado una máquina que supuso un gran éxito en los salones recreativos. Aquella maravilla del momento se llamaba Asteroids y consistía en manejar una nave espacial, girando y acelerando para esquivar asteroides a gran velocidad. Novedosa fue también la forma de representación vectorial, distinta pues de los gráficos habituales en mapa de bits. Si no habéis vivido aquella época y sentís curiosidad por saber más detalles, os recomiendo entrar en la página llamada The International Arcade Museum, donde podréis ver los diferentes muebles en los que se encastraba el monitor y que alojaban la placa base con el juego.
Partiendo del concepto de Asteroids, los canadienses Justin Luk y Chuck Bergeron, de Mad Capacity y LREVG, han ideado Astervoid 2000, que toma la base del juego de Atari con una serie de modificaciones adaptadas a los nuevos tiempos, por aquello que explicaba de no copiar la fórmula tal cual. Para empezar, al clásico modo de supervivencia en solitario se le añade otro, en el que pueden competir entre sí hasta cuatro personas a la vez. Para el solitario y el misántropo, o para el que no tiene familiares o amigos con quien compartir un rato de ocio, el juego resulta tan repetitivo como lo pudo ser en su día el original. El único reto consiste en aguantar el máximo tiempo posible, una ronda tras otra, sin ser abatidos en el combate contra otras naves. La satisfacción añadida está en comprobar cuál es la posición que ocupamos respecto a otros jugadores, ya que la puntuación obtenida se registra y publica en una tabla mundial. Al menos es un gran adelanto, comparativamente hablando, respecto a aquellas listas de récords de antaño y al día de gloria que se esfumaba al desconectar del enchufe la máquina recreativa.
Es en el modo de varios jugadores en competencia donde Astervoid 2000 cobra interés. Pendientes tendremos que estar de esquivar los proyectiles enemigos, que tienen una versión más potente si mantenemos pulsado el botón de disparo para concentrar la energía. Además, con otro botón podemos cambiar rápidamente la trayectoria de nuestra nave, eludiendo así los impactos. Con estos dos pulsadores en combinación, como añadido, se produce un ataque en forma de lanza que por su velocidad quizá tome por sorpresa a un contrincante. Al contrario que en Asteroids, sin embargo, las rocas voladoras no destruyen las naves y tienen diferentes propiedades según su aspecto. Los asteroides más comunes se rompen en varios pedazos al ser alcanzados por los disparos, pero también los hay que son indestructibles o que causan una pequeña explosión mortal. Todo esto añade un factor estratégico porque podemos usarlos como escudos o para tender una trampa a los enemigos. Al tiempo que nos batimos el cobre contra nuestros rivales, tenemos que soportar esporádicas lluvias de asteroides y el acoso de otros navíos galácticos independientes que actúan como enemigos comunes. En este modo de juego gana el que consigue llegar antes a un número determinado de astronaves destruidas, teniendo en cuenta además que las muertes accidentales restan puntos.
En conjunto, Astervoid 2000 no es un juego especialmente original ni destacado entre los muchos que podemos encontrar de este género. Hay otros bastante más variados y divertidos que pueden amenizar una velada con amigos o un domingo por la tarde en familia, pero eso no quiere decir que sea un juego aburrido y desdeñable. Puede ser una opción a tener muy en cuenta si ya estás cansado de Speed Runners, Towerfall o de otros de tus videojuegos favoritos para competir entre varios jugadores.