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Análisis: The Signal (DLC de Alan Wake)

Análisis: The Signal (DLC de Alan Wake) 1

Fiel a mi palabra (ya sea dada a un niño ilusionado o en un comentario de esta web), os presento hoy el análisis del nuevo contenido descargable de Alan Wake: La Señal. Dejo el título en inglés no sé muy bien por qué, debo ser uno de esos terribles y gafapastosos anglófilos que hacen todo en versión original.

Vamos al meollo: Ayer, 27 de julio, apareció el contenido por el módico precio de 560 MP para quien lo adquiriese de segunda mano o robara a un pobre nerd en el recreo. Para el resto (vamos, quien lo compró de primera mano), venía un código incluido para descargarlo cuando apareciese. Ahí, con alevosía, planeando ya inundarnos con DLC desde que sacan el juego. Esto hoy en día se hace con muchos juegos como estrategia de valor añadido para la primera mano (la ya olvidada Red Cerberus de Mass Effect 2, por ejemplo), así que no sorprende. Lo que sí sorprende, y de manera grata, es que, dentro de lo que cabe, estamos ante contenido significativo.

En mi análisis sobre el juego hablaba de sus puntos fuertes y sus puntos flacos. Sigue igual. Se le da un peso importante al guión (de hecho, es el mayor atractivo del contenido), con una puesta en escena cuidada y como continuación al final del juego. En este caso, el juego (inspirado en las series), nos dice que estamos jugando al primer especial, y no es relleno como en muchas de esas series, sino la continuación lícita y (posiblemente) el enlace con el siguiente juego. Pero, al igual que en los especiales, hay recuerdos de los mejores momentos de la serie, eso sí, sin musicales estúpidos.

¿A qué me refiero? Para empezar, se han reciclado muchos escenarios (aunque están cambiados y el aire que ahora adoptan ayuda mucho a crear ambientación) y recurrido a algunas conversaciones pasadas. Esto no está mal hecho y tiene su sentido, pero en un principio te deja frío. Por suerte, la sensación dura muy poco y el uso que se hace de esos escenarios está justificado. Quizá eso explique lo poco que pesa (350 mb, y supongo que casi todo para las voces, volviendo a estar doblado el juego). El ritmo está mejor cuidado y se nos dosifican, con pequeñas gotas, detalles de lo que está pasando y de lo que está por pasar. Si acaso, el guión puede pecar un poco de conservador por no contarnos mucho y por dejarnos, de nuevo al final, con un cliffhanger, pero siendo la dinámica que ha llevado cada episodio del juego, tampoco se puede echar en cara. Basta decir que cumple, y lo hace muy bien.

El episodio en sí mismo tiene una duración de hora y media, y ciertos añadidos para expandir un poco más la duración (ahora en vez de termos de café buscaremos otras dos cosas). Hay muy poco desarrollo «diurno» (de exploración e interacción con personajes), por no decir directamente que no hay (salvo algún secundario maravilloso), así que toda la acción se centrará en la noche y será desenfrenada. Han sabido variar un poco las situaciones para que encontremos de todo un poco, hay un enemigo nuevo (aunque se maneja con la misma dinámica que los pájaros) y un enfrentamiento final muy conseguido. En general la variedad consigue que se mantenga la tensión y consigue que estemos pegados al mando hasta que lo terminemos. Para rematar se han añadido un buen puñado de logros (250 puntos), siendo algunos las típicas tontadas de buscar objetos, pero otros que hacen más desafiante la acción (del estilo de no usar un coche en todo el episodio, y que ya encontramos en el juego padre)

Resumiendo: buen contenido descargable que añade algo más de información sobre lo que está por pasar, en espera del segundo «especial» («El Escritor»), que probablemente nos amplíe hasta enlazar con la segunda parte. Mucha acción, mucha tensión, un recorrido que se nos hace desagradable (lo que debe pretender un juego «de terror») y un final que nos deja con ganas de más, coronado por un original enfrentamiento.

Lo mejor: Amplía el guión. Enfrentamiento final. Apariciones estelares de algunos secundarios. Doblado al castellano.

Lo peor: Pocos escenarios nuevos. Que sigan sin apostar por mayor contenido «diurno».