Johnnemann Nordhagen se sacó un poco la chorra en 2013. Fue el programador jefe de Gone Home (ojito) y luego se largó cinco meses de mochilero a Europa del Este, el Himalaya y África, entre otros sitios. A mí, que me da miedo ir a tirar la basura no me vayan a meter en un lío los chicos del barrio, algo así me sorprende. De su experiencia ha vuelto con un proyecto nuevo para su propio estudio, Dim Bulb Games, que pretende encarnar esa esencia del “viaje” que tan bien han sabido capturar en los Estados Unidos. La obsesión con los ferrocarriles, el folk que cuenta historias de la vida viajera y tipos como Kerouac y Steinbeck, además del libro de las aventuras de Huckleberry Finn. Todo está ahí.
Del proyecto, además de unas cuantas ilustraciones fantásticas, han trascendido unos pocos detalles: se llamará Where the water tastes like wine y toma lugar en una recreación onírica y fantástica de los Estados Unidos. En el juego exploraremos el mundo, buscaremos lugares importantes y ciudades y podremos compartir nuestras historias con los demás viajeros, incluso contarles nuestras propias historias.
Y no hay nada más, de momento. A Polygon les ha contado que tendrá la forma de un JRPG pero no ha querido dar más detalles, salvo especificar algunas de las influencias y la voluntad de presentar algunas historias reales sobre grandes migraciones, como la de los afroamericanos en el sur de Norteamérica.
A mí, que el “género carreteril” me pone más tonto que un mes de vacaciones, la idea me encanta y no necesito mucho más para empezar a dejarme llevar por el hype. Si ustedes están conmigo en lo de que el trayecto siempre es mejor que el final y quieren ver unas cuantas ilustraciones espectaculares de Kellan Jett, les invito a que pinchen el botón que les dejo a continuación.Web de Where the water tastes like wine