Aciaga entrada en el Siglo XXI padecimos los segueros. A la muerte de nuestra amada Dreamcast (que El Señor la tenga en su gloria) y la derrota final de SEGA frente a Nintendo (pero no por Nintendo, que bastante tuvo con sobrevivir a Cube y 64, sino por las sucias artimañas de un nuevo contendiente…) hubo que sumar la humillación de ver a nuestros queridos retoños combatir en el otro bando. Magda Goebbels mató a sus hijos por la misma razón que llevó a los orgullosos habitantes del monte Medulio a sacrificarse ante el asedio romano: no caer en manos enemigas. SEGA, cuyo nombre como sabéis a partir de ese momento se escribe con minúsculas, quizás por miedo a la muerte o amor al dinero, fue incapaz de tomar la misma decisión salomónica y prostituyó una tras otra a (casi: Alex Kid) todas nuestras sagas más queridas. Así, vimos al delfín Ecco recorrer los putrefactos circuitos de PlayStation 2, a Sonic llevar a Game Cube las que siguen siendo prácticamente sus únicas aventuras tridimensionales dignas o a Rio Hazuki buscar venganza en Xbox. Fue precisamente Xbox la gran beneficiada, tanto que incluso se rumoreó que Microsoft había comprado a Sega (y realmente poco habría importado porque no es que Sega esté hoy en día mucho mejor que RARE a nivel creativo…). La gigantesca consola no sólo disfrutó de ports de grandes juegos sino que, además, se agenció la mayoría de proyectos en desarrollo para Dreamcast. Joyas como Panzer Dragoon Orta, Jet Set Radio Future, Gun Valkyrie, The House of the Dead III o el que nos ocupa, la tercera entrega de la mítica saga de alienígenas funkarras que partió la pana en Mega Drive; ToeJam & Earl. De todos modos supongo que la elección de Xbox para recibir el título fue un mal menor, porque si lo tienes que lanzar en alguna consola, al menos escoge una que parezca un ghetto blaster visto por detrás.
Del desarrollo original para la Dreamcast poco se sabe. O, mejor dicho, poco se sabía, porque ahora un tipo que se hace llamar ZakHooiTM (yo me hago llamar redhotgalego, así que no seré quien le juzgue) ha obtenido una beta del juego de la que ha colgado un par de vídeos, uno del modo normal y otro del cooperativo, en internet. Por una vez no me quejaré de la compresión que Youtube hace de los vídeos y disfrutaré de lo que veo, porque aunque parece que no iba a ser ninguna maravilla (como de hecho tampoco terminó siéndolo en Xbox, a años luz de los originales en términos de calidad) sí se aprecian buenas ideas. Además, aunque está inacabado, se ve que los nueve primeros niveles (¿nueve de cuántos? ni idea) están más o menos terminados.Todo esto, y de ahí mi manipulador y sensacionalista titular, lo podremos comprobar pues el bueno de ZakHooiTM ha prometido que compartirá el juego con los segueros resentidos para que podamos jugar y llorar una vez más, aunque habrá que esperar a que consiga hacerlo funcionar en una Dreamcast normal cosa que, espero, no lleve demasiado tiempo. Sin más, os dejo con los hamorosos vídeos.