Cuando un puñado de píxeles llegan a implicarte de una manera tan emocional que antes de realizar un click, tu corazón se acongoja, es que alguien ha realizado bien su trabajo. 'Raptus' es el ejemplo perfecto de esas rarezas interactivas que consiguen estar dando vueltas en tu cabeza muchas horas, y quizá días, después de terminarlo.
Raptus
Más Antiguo