Ha llovido bastante desde que el primer Mortal Kombat apareció en sistemas arcade, allá por 1992. Las cosas eran distintas por entonces, y su alto grado de violencia, unido a personajes directamente digitalizados (y no sprites, como en otros juegos) hicieron que la gente se llevara las manos a la cabeza. Desde un principio fue un juego de lucha más centrado en el humor, la violencia paródica (con los fatalities, movimientos en los que matábamos al rival) y los ataques especiales que las combinaciones de botones (una de las críticas fue que los ataques eran prácticamente los mismos), y ambas cosas quedaron como "marca de la casa". Desde entonces han seguido apareciendo entregas (incluso spin-offs como Shaolin Monks) que añadían más movimientos finales (convertir al adversario en bebé, hacer las paces, reventarlo a golpes con un combo enorme) y añadiendo más detalles en su jugabilidad (introducir combos y diferenciar a los luchadores).
Midway
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