Esto de llevar una web en la que presentamos videojuegos indies cada día tiene un punto de masoquismo, pero también es terriblemente satisfactorio cuando ves que llegan a buen puerto. Hace casi dos años hablábamos por aquí del Kickstarter de Son of Nor, un título al que llevábamos echando el ojo desde hacía tiempo, y recuerdo pasarlo regular deseando que llegaran a conseguir la financiación que necesitaban. Hasta que uno de repente, sin darse cuenta, ve cómo el tiempo ha seguido pasando y se convierte en una realidad.
Perdonen que me repita, pero esto es lo que tenía que decir sobre él en ese momento:Nos pone en el papel de un “hijo de Nor”, un mago entre los restos de la exigua humanidad, que debe proteger a su tribu de los Sarahul, unos humanoides reptilianos con muy malas pulgas. El punto fuerte, obviamente, no está en este argumento, sino en su jugabilidad: podemos jugar solos o hasta con cuatro jugadores de manera cooperativa y nos enfrentaremos a los enemigos con telequinesia y capacidades de terraformación, usando el enorme desierto como arma.Aunque a mí me llama la atención ese mundo desértico en el que sitúa casi tanto como la propuesta de usar los elementos del escenario para luchar, entiendo que hay todo un sector de jugadores que alucinarán con lo segundo.
De hecho, me viene a la mente un amigo que tenía encumbrado Red Faction: Guerrilla (que es un buen juego) por lo mucho que podía hacer el cabra con todo el escenario. Imagino que este chaval convertirá a Son of Nor en su nuevo videojuego favorito, porque no son sólo la arena y las rocas lo que usaremos para repartir como si no hubiera mañana.Hoy mismo sale del estado de Early Access a juego completo, y si uno ha de fiarse de las opiniones de la gente que lo ha estado probando mientras estaba en desarrollo, parece que muy bien. Y qué alegría, ver que tras dos años ha crecido y se asemeja a lo que sus creadores querían darnos.Son of Nor en Steam
