O eso es lo que han debido pensar en el PSOE. Tras la polémica levantada hace unos días por haber incluido a los videojuegos en su programa electoral únicamente como adicción han publicado una versión revisada (algo así como el montaje del director) en la que esto aparece rectificado. En la página 27 de la nueva versión encontramos el siguiente párrafo: “La creación de software de entretenimiento y los videojuegos, son parte de la cultura de nuestro país, por ello adoptaremos medidas para potenciar la promoción, financiación e internacionalización de este importante sector económico y cultural.” Así mismo han eliminado la mención a los videojuegos como adicción a tratar.
Supongo que es mejor esto que nada, pero que no nos intenten hacer pensar que tenían un plan para los videojuegos que potenciase su “promoción, financiación e internacionalización” y que se les había olvidado ponerlo. Tampoco quiero pensar que, con lo atareados que estarán ahora mismo, han pensado estas nuevas medidas en tan solo unos días, analizando la situación actual del videojuego en España y tomando decisiones estratégicas al respecto. Más bien me inclino a pensar en la famosa frase de Groucho Marx que decía “estos son mis ideales, sino le gustan tengo otros”. Así que dudo que aunque gane el PSOE veamos llevarse a cabo algo de esas medidas que mencionan.
Pero dos conclusiones positivas podemos sacar. En primer lugar que reconocen abiertamente al videojuego como parte de la cultura española (como los toros y el flamenco). Y en segundo lugar, que la polémica suscitada hace poco más de una semana hizo tanto ruido en Internet (porque que yo sepa en los telediarios y periódicos no se dijo nada, corregidme si me equivoco) que obligó al PSOE a cambiar su postura. No significa esto que nos hayan puesto por delante de quienes creen que el videojuego sólo sirve para ser tratado como adicción, significa que podemos hacer el suficiente ruido como industria y cultura como para ser tomados en cuenta, como para que nos hagan un poco de caso aunque sólo sea para no perder nuestros votos. Algo es algo.
