El “mundillo” (con todo el asco que me da esa palabra) videojueguil es una montaña rusa inacabable e inabarcable, que se retuerce como una serpiente subiendo y bajando en olas de hype sin final. Primero nos emocionamos con una cosa, luego con otra, cogemos aire y volvemos a emocionarnos… Algo así pasa también con el crowdfunding, o al menos pasaba durante los años locos de Kickstarter (2012 y 2013, por acotar la época de máximum petarlo de la plataforma). De lanzamiento en lanzamiento volviendo locos a sectores de la prensa y a usuarios, una oleada de emoción cubriéndonos a todos y haciendo que tirásemos nuestro dinero contra la pantalla del ordenador mientras pedíamos más.
Años después estamos viendo los efectos de esto. Por un lado, el entusiasmo de muchos creadores, que sin un productor que les meta en cintura o al menos les ponga unos tristes plazos, se lían y retrasan y retrasan. Estudios que se llevan un pastón y mueren de ambición queriendo implementar toda suerte de extras, cargándose el juego. Creadores que desaparecen para sólo comunicarse cada seis meses o cada año sin apenas contar nada sobre el juego (ay, LIONESS, ay). Y los que no pusimos en cada determinado desarrollo, ajenos al tema.
Personalmente, y aún habiéndome llenado de expectación cuando lo anunciamos hace tres años y pico, no me había acordado de Radio the Universe hasta hace bien poco. Un émulo oscuro de los primeros Zelda, en un mundo de ciencia ficción tenebrosa y tecnología desgastada, una cosa bellísima con un tráiler capaz de hechizarte. Probablemente de los pocos títulos “gordos” de esa Edad de Oro de Kickstarter en los que no puse algo. Pero miren, acaba bien. El desarrollo unipersonal de un misterioso 6e6e6e sigue adelante y tiene un nuevo tráiler.Hay cambios en la idea original: se ve más sucio (bien), con un ambiente más cargado y la barra de vida de protagonista y enemigos parece ser una frecuencia de radio (requetebien).
Así que alegrémonos, que parece que de momento sigue vivo. ¿Saldrá por fin a lo largo de este año?