Septiembre de 2017 y aún hay un montón de gente que no tiene muy claro lo que es una depresión. ¿No les parece aterrador que a la prevalencia ya epidémica de semejante mal se una el que aún haya una barbaridad de gente que no entiende que no es simplemente estar triste? Por suerte, hace ya años (y miren el “premio” que se llevó) que Zoe Quinn señaló un camino que había que transitar con Depression Quest y desde entonces han ido surgiendo, con un goteo tranquilo, videojuegos hechos desde la empatía y la necesidad de comunicar. La lista es larga y desvirtuaría lo que quiero contarles hoy, que es la aparición de Please Knock on my Door.
Surge, como muchas de estas obras, de la propia necesidad del autor (el sueco Michael Levall) de expresarse, de utilizar la creación como una especie de exorcismo emocional, o al menos como vehículo para ser comprendido. Y su planteamiento es sencillo: encarnamos a un protagonista que está pasando por una depresión, a la que se suma un cuadro de ansiedad al socializar. En medio de ese problemón el desafío será tratar de llevar una vida “funcional”. Ya saben, cuidarse a sí mismo, mantener sus amistades o ir a trabajar se convierten en auténticos ochomiles a escalar cuando uno está así.El formato es el de una aventura narrativa con cierta libertad de elección (mediada por la interacción entre la depresión y la ansiedad). Tendremos una sola partida que se va grabando a medida que tomemos decisiones, distintos finales y al menos algún atisbo de mejora (o no) para darle voz a quien muchas veces no la tiene. Al final, otro ejercicio de empatía que ayude a acercar la experiencia del trastorno mental desde el punto de vista del que lo padece, que tiene mucho que contar.
A mí este tipo de cosas me entusiasman, así que no esperen que les diga mucho más hoy, salvo que ya está disponible para PC.Página Oficial