Quizás porque estamos acostumbrados a jugar, ver y probar mil propuestas al año, o quizás simplemente porque uno se va haciendo viejo, crece la tentación de mirar el videojuego desde esa atalaya que reza «ya lo he visto todo». A ver, seamos honestos, un poco así sí que es, pero puede que por eso mismo últimamente estoy muy a tope con aquellos títulos que solamente tratan de hacer las cosas bien y cuidar a sus jugadores sin volverse locos buscando nuevos horizontes. Sí, está guay encontrarte con una propuesta que rompa esquemas preconcebidos, pero siento muchísima paz cuando un título muestra el ego justo y el resto lo destina al jugador. Así me siento con Mandragora.
La humanidad ha entregado el mundo a los monstruos. La gente de Faelduum se oculta tras muros de ladrillo y cercas de ignorancia edificados por sus líderes. La alegría y la felicidad son lujos escasos, fuera del alcance de las masas. No es el mundo que te prometieron. Adéntrate en la impía noche y reclama lo que te pertenece. Recorre un mundo agonizante que poco a poco cae bajo los efectos nocivos de la Entropía. Lucha contra enemigos feroces, desafía a jefes únicos y letales, conoce a nuevos aliados, rivales y todo lo que haya en medio, y toma duras decisiones. Numerosas sendas posibles se extienden ante ti.
Desarrollado por los húngaros Primal Game Studio y editado por Marvelous Europe, Mandragora es un (otro) soulslike en 2D con alma de metroidvania en el que tendremos que recorrer un mundo en ruinas (sorpresa) mientras nos cargamos todo a nuestro paso, subimos de nivel, adquirimos nuevas habilidades… En definitiva, hacer todo lo que se supone que tenemos que hacer en este tipo de títulos. Las dos mayores sorpresas que esconde se basan en la elección de personaje, ya que tendremos diferentes tipos a nuestra disposición, de soldado a hereje pasando por magos y un acabado artístico que ha huido, al menos en parte, de los tonos sombríos para ofrecer una interesante mezcla más cercana al dibujo de un cuento clásico que a las tendencias vistas en los últimos años.
Como decía al principio, Mandragora no inventa nada. Puede que por eso, o porque creí haberlo confundido con el enésimo Trine, me pasó desapercibido en su momento. Sin embargo, su papel como «juego que sólo quiere hacer las cosas bien» me atrae muchísimo. Todo se ve cuidado, todo se ve con cierta personalidad, pero sin volverse loco. Es como si el juego dijera «oye, no quiero interrumpirte, pero aquí tienes algo que quizás podría gustarte». Lamentablemente no pude probar la demo que estuvo disponible en su momento, pero me he visto algún vídeo con la demo entera y la gente destaca el buen gamefeel, que es principalmente lo que necesita este tipo de títulos.
Mandragora llegará en algún momento de 2024 para Windows, PlayStation 5, Xbox Series X|S, y Nintendo Switch. Tiempo más que suficiente para que desde Primal Game Studio sigan afinando una propuesta que no duden que estará publicada en nuestro Calendario Indie.
