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La mejor campaña comercial de los videojuegos: Casual vs Hardcore

La mejor campaña comercial de los videojuegos: Casual vs Hardcore 1

En este artículo pretendo desmontar, limpiar, y analizar todas las partes de la que considero una simple y sencilla estrategia comercial que mantiene a todo el mundo contento en su autojustificación y autoafirmación. Estoy hablando de la batalla virtual mediática que existe entre los jugadores casual, y los jugadores hardcore. Como en todo artículo lo mejor es empezar por el principio.

¿Qué es un jugador casual?. En principio ni más ni menos que una persona que utiliza los videojuegos para distraerse puntualmente, por tanto no quiere una experiencia muy profunda, ni muy larga, simplemente un juego que le permita desconectar durante un rato, en solitario o quizá con su familia. Venga, vamos a humanizarlo aún más: Os hablo de por ejemplo un tal Juan, un tipo al que siempre le ha gustado la tecnología, y que acaba de meterse en una hipoteca con su novia. En su trabajo va igual de mal o de bien que en cualquier otro trabajo, dada la época de crisis en la que estamos, pero a Juan cada vez se le exije más por menos dinero. Su trabajo es muy rutinario, todos los días debe llevar a cabo las mismas tareas, y eso cuando llega el Domingo por la tarde se traduce en tensión por que se termina el fin de semana y debe volver al infierno.

Juan es un tipo al que le gusta conocer y hablar con gente, y tiene una vida en pareja bastante sana. A su mujer no le gustan demasiado los videojuegos, pero le llamó la atención Wii porque pensaba que era una máquina para hacer ejercicio barata, y se la auto regaló estas navidades. A Juan no le gusta hacer ejercicio pero se lo pasan bien encima de la balance board. El único software que tienen para la consola es Wii-Fit y Wii Sports, y la verdad es que no necesitan más. Ella es consultora en una empresa de software con un nivel de estrés muy elevado, que hace que no pueda dedicar esfuerzo a algo que no sea ir a trabajar, o hacer las tareas típicas de cualquier lugar al que se pretenda llamar hogar.

Los impuestos suben, el precio de los alimentos sube, la vida en general sube, pero los ingresos siempre son los mismos o muy parecidos, así que los gastos tampoco pueden irse de madre, más que de vez en cuando algún capricho… que principalmente suele ser, si el tiempo lo permite, un viaje para quitarse un poco de encima todas las preocupaciones y tratar de relajarse un poco.

¿Cuando juegan estos «jugadores casuales»?, pues en el caso de María dos veces a la semana, utilizando la Wii, con Wii Sports o Wii-Fit. En cambio, Juan no juega a la Wii, tiene un iPhone que se compró hace dos años y lo utiliza para navegar por internet y jugar en el metro o el autobús mientras va de camino al trabajo. A veces cuando tiene tiempo libre navega por el appstore, y compra juegos por 0,79 € y gratuitos, más no, porque le parecen caros. Para Juan, jugar con el iPhone le mantiene distraido y relajado, además hace que el tiempo que dedica en el recorrido pase mucho más rápido.

Digamos que con esto quedaría definido uno de los estereotipos que representan el modelo casual: se trata de personas que por casualidad juegan, y casi sin proponerselo. No se plantean si existen jugadores hardcore o no, o si su consola tiene los mejores gráficos del mercado, o si deben gastarse mucho dinero en comprarse una tarjeta gráfica nueva: nunca hubieran gastado dinero en videojuegos de no ser por las campañas publicitarias de apple y Nintendo, que se han cruzado en la vida de estas personas. Hablarles de educación y videojuegos, de serious games, o de juegos independientes es como hablarles en chino mandarín.

Ahora toca definir a un jugador hardcore. el jugador hardcore es aquél que debe aspirar siempre a tener la mejor experiencia de juego posible, los mejores gráficos y sonido del juego más triple A posible, ser el mejor, y siempre ser el primero, tanto en tener el último juego que haya salido como también ser el primero en terminárselo, o si es online, tener siempre el ranking más elevado desde más tiempo. También puede entenderse simplemente como aquél que dedica muchas horas a los videojuegos, y que, lejos de jugar por casualidad, les dedica gran parte de su tiempo libre (sino todo), y no suele tener otros hobbies, o dedica muy poco tiempo a ellos.

En este sentido, os pongo el ejemplo de Sergio, un tipo de 15 años que vive en casa de sus padres y que suele salir bastante poco. En su cuarto hay una estantería con una colección de figuras de BioShock, y varias ediciones especiales de videojuegos. En la mesa del ordenador tiene un ratón que le costó 200 € con una precisión excelente, una pantalla de 22 pulgadas, un teclado dividido en dos partes ergonómico especial para gamers, un sistema de audio 7.1 perfectamente distribuido, y unos cascos que prometen una experiencia surround con micrófono. Encima de la mesita de noche tiene un par de móviles de última generación y un tablet, y en el suelo al lado de la mesa del ordenador un notebook de un par de años.

Sergio le tiene dicho a su familia que cuando está jugando online nadie puede entrar a su cuarto para decirle nada, y parece que ellos lo respetan. Tiene problemas con los estudios y dice que quiere trabajar en el mundo de los videojuegos. No sale porque dice que prefiere gastarse el dinero de salir en videojuegos, y el tiempo libre que le queda lo dedica a revisar todas sus páginas de noticias en internet, y tiendas online, para ver si ha salido una nueva tarjeta, o un juego que deba comprarse.

¿Cuándo juega Sergio?, bueno, quizá la respuesta a esta pregunta sea más sencilla de responder si la negamos, ¿Cuándo no juega Sergio?. Es un esterotipo de persona que vive inmersa en el consumismo del videojuego, de su hardware, de la competitividad que generan los sistemas de puntuación online, los logros y el tiempo desproporcionado que dedica para poder alcanzarlos. Un negocio en el que cualquier producto dura sólo un periodo muy corto de tiempo y en el que en seguida todo queda obsoleto, siendo necesario volver a iniciar el ciclo.

Si a Sergio le hablas de educación y videojuegos, serious games, o juegos indie, seguramente ni los conocerá, y sentirá cierto desprecio ya que no se tratan de juegos mainstream. Sergio adora jugar tanto que se lo plantea como una competición constante, y entiende que los videojuegos se disfrutan siempre con la mejor pantalla, y el mejor hardware posible. No se plantea mucho la economía doméstica y prioriza los videojuegos sobre otros temas como las tareas de la casa, o los estudios. Pero Sergio se siente bien cuando compra el último juego que ha salido al mercado antes que nadie, o cuando estrena tarjeta gráfica cada séis meses o un año.

Fijaros que ninguno de ellos está haciendo nada malo, ni siquiera he entrado en hacer una valoración de las vidas de cada uno más allá de su relación con esta industria.Sencillamente creo que hay que ser conscientes de que cuando hablamos de jugadores casual o jugadores hardcore estamos hablando de dos formas en las que la industria del videojuego vende sus productos y no una actitud ante la vida, ni más ni menos. Ninguno hace nada malo, simplemente compran un producto que se les vende. Ambos sienten cierto rechazo entre si ya que ello les reafirma como lo que son: el casual dirá que el hardcore es un enfermo, y el hardcore dirá que el casual no tiene ni idea de videojuegos. Por tanto, cuando la industria premia este tipo de tendencias realmente lo que está haciendo es provocando más a los consumidores.

Desde mi personal punto de vista, entre el casual y el hardcore hay mucho mercado, y sobre todo un mundo por descubrir para ambos.

  1. creo que no encajo en ninguno de las 2 estoy en un punto intermedio, juego entre 3 y 5 dias a la semana por 1 o 2 hrs maximo y todo tipo de juegos desde casuales hasta rpg, eso si trabajo 8 hrs voy al gimnasio de lunes a viernes y los fines de semana salgo con amigos, actualmente juego con mi xbox 360, un gamecube que acabo de comprar de segundamano y mi fiel game boy advance, tengo una netbook de hace unos 2 años donde solo tengo emuladores de super nintendo y cuando ando en la calle y aburrido juego con el ipod, me gusta estar enterado de los juegos nuevos y de la tecnologia en general.

    A lo que voy con esto es que la publicidad practicamente divide a los jugadores en blanco o negro cuando en realidad hay muchos matices de gris

    PD. creo que a un hardcore gamer lo que mas le importa es la diversion de un juego mas que lo bonito de sus graficos

  2. Voy a ser un poco hater para animar esto. Me cago en los dos grupos, ale, ya lo he dicho.

    El primer grupo según lo expuesto me parece el típico personaje que se compró un iPhone porque se anunciaba en la tele y va a jugar a «lo que le dicen» sin ningún tipo de criterio. No se trata de que le guste jugar a algo sencillo, es que juega al que está de moda y por ahí vamos mal. Es carne de WoW.

    El segundo personaje es  el clásico forero que pone a parir a las desarrolladoras porque su juego descargado del torrent tiene un bug en la esquina de no se que mapeado. También le odio.

    Cualquiera que se incluya en alguno de estos dos grupos es merecedor de un golpe de remo.

  3. Ante todo, hola y gracias por este blog que acabo de conocer. Echaba de menos un sitio en el que leer sobre videojuegos. Sobre videojuegos, no sobre gilipolleces que tienen poco o nada que ver con la experiencia interactiva que ofrecen o dejan de ofrecer.

    Entiendo que la entrada es relativamente antigua, pero estoy leyendo ahora gran parte del material publicado y me ha llamado especialmente la atención este texto. Me gustaría saber, ya que estuve desconectado durante un tiempo del mundillo, cuándo los usuarios de los videojuegos se dividieron en dos y quién lo hizo. Porque no han contado conmigo en absoluto. Supongo que soy una pieza de coleccionista, un juego raro de Nes Pal España con caja de cartón e instrucciones en buen estado y una imán para el frigo del prota que regalaban con la primera horneada. Supongo también que de «tener la fortuna» de ingresar en un grupo sería en el 1% relativo a «otros». No me importa, nunca me han gustado los grupos, pero quisiera que se reconozca, aunque sea a nivel cibernético, que existe otra raza de jugadores; atemporales, *románticos y exigentes con las mecánicas. Usuarios que disfrutan tanto de la vida como de los videojuegos y que no solo destinan su tiempo a estos sino también a series, cine, música, teatro, fotografía, el campo, deportes…es triste tener solo 24h al día durante setenta u ochenta años para descubrir todo lo que enos rodea, pero es más triste dedicarle todo el tiempo libre al último título AAA para que todo el mundo vea tu nick en el ranking…¿Para qué?

    Yo dedico unas 7 u 8 horas semanales a los videojuegos, y lo hago con mucho cuidado de no jugar dos veces al mismo (gameplays), cosa imposible. Pero lo hago detalladamente. Puedo pasar horas y horas cortando hierba en Hyrule, dejar limpia toda una zona. No por rupias, por el gusto de cortar la hierba. O correr de un lado a otro en Okami para disfrutar del paisaje. Puedo ver a un amigo jugar a machinarium toda una tarde sin mover el hocico. Estar un par de horas viendo walkthroughs de videojuegos de Megadrive y Snes en youtube. Eso sí, luego pasa lo que pasa, 100 horas en acabar un juego, y sin conseguir el 100%. Pero aaahmigo, yo he tenido una experiencia larga y placentera, que he degustado sin prisa pero sin pausa porque, como decía mi difunta abuela: «hay que educar el paladar». Y eso es precisamente lo que falta, educación, en todos los sentidos. 

    Uno que pasaba y se queda, exfanboy de Sega, amante del cell-shading y jugón de títulos noventeros 

  4. Bienvenido, señor. Esperemos que te prodigues más por la sección de comentarios, que es lo que le da vidilla al final al HINTERNECS.

    Precisamente ese perfil con el que te presentas es al que queremos acercarnos desde Nivel Oculto, creemos que se puede querer mucho a los videojuegos sin ser un jarcor loco y sin comprarse la primera mierda que le vendan a uno porque es «accesible».

    Así que por aquí nos vemos 😉 

  5. Bienhallado, bienhallado.

    Y desde luego que lo haré, uno no encuentra todos los días gente con la que compartir ideas más allá de las cibernéticamente comunes (haters VS fanboys i mean). Eso sí, señor fue el del gol, yo soy del 88 xd

  6. Me uno a la bienvenida de Dr.Alemán y, por supuesto, también le invito a que comente más a menudo.

    No se si existe un perfil «epicúreo» (no se me ocurre otro adjetivo para su definición) de videojugador, pero desde luego es el perfil que a nosotros nos interesa.

    Lo dicho, un placer y esperamos leerle por aquí.

  7. La erótica connotación del concepto «jugador epicúreo» es un WIN colosal. Me lo imagino vestido de emperador romano, orondo cual Gabe Newell, con el mando de la consola en una mano y un puñado de uvas que deja caer en su boca cual cascada sensual hacia su paladar.

    Pues eso, somos jugadores epicúreos, o gamers hedonistas. 

  8. jajja +10

    Sin duda es el término adecuado, pero al no tener una etiqueta predeterminada por la industria tenemos la suerte de poder elegir nuestra etiqueta personal. Primen, me pido «gamer renacentista», y no se vale copiar.

    Digo renacentista por seguir un poco vuestro hilo y por aquello de seguir desenvolviendo los juegos despacio, echarle un vistazo a las instrucciones, paladear la portada mientras carga el susodicho y esperar el momento idóneo (física y psicológicamente) para apagar luces, preparar víveres afines al título a jugar en cuestión y poner los 5 sentidos en el producto (2.5 en el juego y 2.5 en los tentenpiés). Vamos, lo que se dice un freak clase A haciendo una fricada over nine thousand

    Por otra parte, quisiera aportar mi granito de arena al debate proponiendo como coautores del crimen de convertir a los videojuegos en la misma patraña industrial que música y cine a nosotros, los jugadores. Seguramente es también un tema de educación como decía antes pero lo cierto es que la conformidad es una carga cada vez más pesada. Y contradictoria. No digo que el progreso en el ámbito sea malo. Sino que toda gran industria tiende a desalmar los productos que comercializa a gran escala. Y si no que le pregunten a los EEUU y su política para comprar guiones «internacionalizables» 
     

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