Husk: Un pueblo donde redimirse

Husk

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Un hombre viaja en coche con su hija adoptiva. Conducen hasta una ciudad que les acogerá como retiro vacacional, probablemente una forma de luchar contra su bloqueo del escritor. La niebla empieza a llenar la carretera, sus tentáculos atenazando los últimos kilómetros de bosque hasta alcanzar su destino. Entonces surge una figura en la niebla y el padre da un volantazo tratando de esquivarla. Crash. Cuando despierta, su cabeza aún empotrada contra el volante, su hija ha desaparecido. Entre sombras y ruidos extraños no le queda otra que adentrarse en la niebla a buscarla.

Les suena, ¿verdad? A IMGN.Pro (Kholat) y UndeadScout también, y no se esconden. Husk, su nuevo videojuego, quiere homenajear a Silent Hill y Twin Peaks, obras donde el lugar es casi el protagonista principal, y lo hace con un punto de partida absolutamente reconocible. En pleno 1995 nos despertamos tras un accidente de tren, sin nadie más a nuestro alrededor. Nuestra hija y mujer tampoco están, y un cartel nos da la bienvenida al pueblo de Shivercliff. No nos quedará otra que aceptar la invitación y sumirnos en el apacible poblado, donde no hay absolutamente nadie con quien hablar… ¿o sí?Ahora que hemos asumido que Silent Hills nunca llegará (a mí eso me alivia) y que Allison Road igual tampoco (o sí, parece que sí), quizá este Husk sea lo más cerca que estemos de volver al lago Toluca. Un título de terror en primera persona plagado de guiños a los 90, pero a la manera de los survival horror de hoy, que no oculta sus influencias y quiere darnos una historia de miedo, pero también de dolor y redención.

Si consiguen crecer y darnos algo único por el camino, acabarán haciendo que Shivercliff pase también a nuestra lista de sitios a los que no ir jamás. Ahí es nada.

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