Tenía varios juegos pendientes de los que me apetecía hablar, pero me he propuesto intentar dar prioridad a todos los juegos BONITOS posibles. El otoño se anuncia casi como un apocalipsis, así que quiero aprovechar este interludio para dar cabida a cualquier cosa que nos alegre el corazoncito antes de buscar el outfit correcto para el futuro Mad Max que (parece) está por venir. Hindsight encaja estupendamente con mi deseo personal, mezclando una narrativa sobre aferrarse al pasado con una propuesta estética modernita y colorida que viene fenomenal en estos días de calor.
Joel McDonald se situó en el mapa gracias al magnífico Prune, del que hace bien poco nos hablaba Daniel en este estupendo artículo. Ahora, y bajo el nombre de Team Hindsight, nos llega una nueva propuesta que recoge aquel tono de ensoñación, aunque aplicado a elementos más terrenales: los objetos. Será a través de ellos como recorreremos la vida de una mujer, desde su nacimiento hasta la actualidad, mientras intenta darle sentido a todo. Una exploración de las pertenencias personales que nos abrirán ventanas hacia recuerdos congelados en el tiempo.
Hindsight utiliza los objetos como excusa para explorar una vida, lo cual es algo perfectamente extrapolable a la vida real. Un libro, una figura o una simple taza puede ser tan evocadora como una fotografía antigua. Los objetos nos trasladan a momentos del pasado que a la vez se entrelazan con quién éramos en ese momento. Nos otorgan perspectiva y nos permiten conocernos mejor a nosotros mismos. El problema es que también pueden un lastre. Un Macguffin infinito que desvirtúa nuestra realidad proyectándonos como una sombra de nuestro pasado en el presente. Hindsight trata en definitiva de decidir con qué nos quedamos y qué dejamos atrás, pues siempre llega un momento en la vida en el que hay que quitar cosas de la maleta para poder seguir llenándola.
Hindsight se encuentra disponible desde el pasado 4 de agosto para Windows, macOS, iOS y Nintendo Switch.
