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Ex Amante: Supera el desamor

Ex Amante: Supera el desamor 1

Sabes que entras a Nivel Oculto cuando te decimos que vamos a hablar más de una experiencia que un videojuego. Como cuando vas a comer al restaurante de moda y te ponen tres mierdas pequeñitas a un precio muy poco razonable. Pero ay, para ti leernos es gratis, y, a diferencia de los Ferranadriás de la vida, nuestras experiencias son bien, son HAMOR del bueno con el que llenar tu corazón de candor.

Así que hablando de corazones y desamor, toca Ex Amante.

El nuevo juego de Brandon Abley y Mallory Meredith pretende ser una reflexión sobre lo que significa romper con una pareja y seguir hacia adelante. El verbo que usan es «let go», que no me atrevería a traducir literalmente, pero viene a significa eso: superarlo, partir, dejarlo y mirar hacia adelante. Lo hace con una mecánica muy similar a Dear Esther, haciéndonos recorrer islotes que han sido ocupados por el invierno de nuestra relación: avanzamos y nos llenan la vista los copos de nieve, los árboles desnudos y un sol frío en las alturas. A medida que avanzamos los caminos se bifurcan en distintas respuestas a lo que parece una conversación telefónica (o vía mensajes) con la ex-pareja de nuestro avatar y los caminos que sigamos marcarán las respuestas que tengamos.

Ex Amante es corto y gratuito, así que deberías estar jugándolo ya. De paso, si no te quieres fastidiar la experiencia, no leas más y corre al botón de abajo en el que pone «Descárgalo».

SPOILERS

Hagamos lo que hagamos, el juego ya tiene un final planteado. El camino y las respuestas cambian la conversación y van alargándose a la vez que cada vez tenemos que esperar más a que nos respondan. Pero tarde o temprano llegamos a una cueva y la conversación se acaba: no podemos seguir hablando y no hay respuesta. Atrapados en la oscuridad, admirando los copos de nieve que no paran de caer, podemos hacer dos cosas al pulsar el botón para salir del juego:

No rendirnos, o superarlo, seguir adelante. Pero seguir en la oscuridad es una opción estúpida, un acto desesperado que no nos sacará de la cueva. Sólo cerrando el juego, apagando las luces y cerrando al salir, seremos libres para seguir con nuestra vida.

¿Os suena la historia?

Descárgalo Brandon Abley

  1. Admito que Dear Esther me resultó un solemne y pretencioso coñazo; media hora pateando el peñón de Perejil y escuchando las reflexiones peregrinas del personaje para terminar así de especulativamente, me hizo entrar en modo berserk, y por si fuera poco no había ni una tubería que empuñar ni un miserable zombie al que arrearle.

    No obstante me he atrevido con este y quedo complacido por su gratuidad y su brevedad. Propone un curioso test disfrazado de videojuego en el que casi cualquiera podría resumir una ruptura que haya experimentado -y en la que haya resultado la parte damnificada, sea dicho-, a base de mensajes de whatsapp. Las razones las pone cada cual, pero en el fondo, cabe esperar el mismo y predecible resultado. Eso sí, le ha faltado al menos una tubería y una ex-amante zombie para poder calificarse como videojuego.

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