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El regreso a Netherrealms

El regreso a Netherrealms 1

Esta tarde tenía algo de tiempo libre, algo casi inalcanzable durante estos últimos días. Estaba sentado en el sofá observando el led wifi de mi PS3 en un ejercicio de derroche de capacidad neuronal, y de repente, me surgió: No he probado la demo del MK9 Dios santo!!!!… así que me puse a ello de buena gana.

se trata de casi 600 MB de descarga desde PSN, y mucha ilusión. Cuando finalmente se descargó en mi consola, comenzó el proceso de instalación de la demo, y en ese momento se me hizo eterno, como esos pasillos que se alargan interminablemente en Poltergeist y cualquier pesadilla estándar. Sin más dilación la instalación finalizó, y me di cuenta de que finalmente podía ejecutar la demo.

Navegué ágilmente a través de los cuidados menús del XMB de mi PS3 intentando que mis manos no temblaran. Llegué al icono del juego de digno acabado gráfico y mientras lancé el proceso de ejecución, tuve que variar mi postura en el sofá para facilitar mi atención, algo que hice casi instintivamente por el nivel de excitación que tenía en ese momento.

Momento a recordar: visualizar el nuevo logo metalizado de Mortal Kombat en 720p. Al fin lo tenía delante, después de dañar mis ojos durante meses de tortura delante de youtube, depués de haber publicado en nuestro blog todas esas noticias de cada uno de los luchadores puntualmente, incluso después de hacer un ejercicio de reflexión sobre si tendría sentido en el panorama actual una nueva entrega de Mortal Kombat.

En un segundo todas las dudas se desvanecieron: el menú principal del juego había aparecido en la televisión del salón, como si tal cosa. Tomé el control, enfrentándome a las limitaciones de un software de demostración, únicamente pude elegir la primera de las opciones y enseguida pude elegir el luchador que representaría mi alter ego digital durante el tiempo necesario para evaluar el juego.

Sub Zero, Scorpion, Johnny Cage o Mileena, difícil elección. Para empezar opté por que me representara Sub Zero, alguien que me había acompañado en los peores momentos de decepción y en el que había depositado mi confianza desde la antigüa edad de la Super Nintendo… había sobrevivido a mil y un cambios estéticos y allí seguía, utilizando su habilidad para utilizar el hielo contra enemigos de última generación.

Durante la lucha pude comprobar que los movimientos básicos eran exactamente iguales en su ejecución, pero a los que se les había aplicado el fruto de un pensado rediseño, para encajarlos en la «era moderna» manteniendo su dureza. Mientras echaba de menos a Tobias en la esquina de la pantalla me dí cuenta de que el nivel medio no era tan difícil de superar como antaño.

Sub Zero también podía seguir utilizando los combos que empezó a desarrollar en los entrenamientos previos a MK3 y su versión Ultimate, pero contaba con un movimiento nuevo: XRAY, extremadamente sencillo de ejecutar y con una capacidad mortífera, digna del más oscuro y violento de los luchadores. Para poder ejecutarla, necesité hacer trabajar a Sub Zero hasta completar su barra de energía, llegando al máximo nivel. Entonces pulsé R2+L2 y bingo!, lancé a aquél estúpido de Johnny Cage al más oscuro de los abismos vitales, donde siempre debió estar.

El resto de enemigos fueron pan comido. Lástima que nunca pude ejecutar el golpe de gracia para mostrarles que en Mortal Kombat no existe ni la deportividad, ni la piedad, así que me arrepiento de haber sido tan benevolente con semejante carroña sem-humana. No tenía excusa, en el menú de movimientos pude haber mirado cómo ejecutar el fatality que mis enemigos se merecían y proporcionar a Sub Zero ese sabor ácido de la victoria, pero no pude hacerlo. Quizá la edad ha hecho mella en mí.

En el momento más alto, cuando iba a desafiar a uno de esos seres de cuatro brazos cuyo objetivo no es otro que destruir a todo ser viviente y ser un perro fiel de su amo, cuando iba a arrancar todo atisbo de vida de su semblante, volví a la realidad, si quiere usted el juego completo debe pasar por caja.

Ni siquiera tuve fuerza para apagar la consola correctamente, pulsé el botón PS de mi herramienta de control, y seleccioné la opción de apagar la consola sin dudarlo un segundo. Me quedé con las ganas de desafiar a todo el mundo a batirse contra mi, a finalizar todas esas pruebas y destruir a todos mis enemigos para llegar a lo más alto de la forma más violenta posible…

El 19 de Abril suena muy lejos, pero debo vivir con ello, acostumbrarme a la vida rutinaria, sosegada y sedentaria. Durante media hora fuí Sub Zero en el inframundo de Netherrealm.