Llevo un buen rato mirando el título de la entrada pensando cómo abordar esto y lo cierto es que no sé hacerlo. Da igual si me pongo grandilocuente o aséptico, cualquier mierda que diga sonará a eso, a mierda, porque por mucha palabrería que escriba nunca podré trasladar el respeto que me merece este proyecto y la absoluta admiración que siento por Ryan y Amy Green.
Joel, uno de los hijos de la familia Green fue diagnosticado con un tumor cerebral cuando sólo contaba con un año de edad. Desde entonces la familia estuvo combatiendo esta enfermedad mientras los médicos les aseguraban tras cada tratamiento, cada uno más agresivo que el anterior, que esperaran lo peor. Tras cuatro años luchando, Joel fallecía el pasado marzo con tan sólo cinco años de vida.
A pesar de todo, durante los últimos años de la enfermedad, sus padres, programador de videojuegos y escritora respectivamente, comenzaron un proyecto al que la palabra videojuego se le queda muy pequeña. En él, los Green pretenden hacernos entender cómo la enfermedad lo envuelve todo más allá de las propias consecuencias de la misma, como ese “dragon” planea constantemente sobre el nucleo familiar amenazando con destruirlo.
Y eso es That Dragon, Cancer, un proyecto tan aterrador como esperanzador, en el que la experiencia de juego nunca escapa de una realidad mucho más sobrecogedora que cualquier propuesta fantástica. Un concepto de juego basado en las aventuras en 3D de point & click que prescinde de los puzles para ofrecer retazos de una realidad, a veces alegórica, sobre la lucha contra un enemigo que al igual que un dragón, parece invencible.
That Dragon, Cancer se encuentra ahora mismo en Kickstarter, y por un poco más de lo que vale un gintonic colmado de mierda en Madrid pueden colaborar para sacar adelante una obra tan atípica como imprescindible para el medio.That Dragon, Cancer KickstarterThat Dragon, Cancer