COLABORA EN NUESTRO PATREON

Conoce a los cerdos en The Game: The Game

The Game: The Game
The Game: The Game

El videjuego tiene una asignatura pendiente bastante importante con el tema de las relaciones interpersonales y el ligar. Por un lado, cada vez más videojuegos incluyen opciones de romance que van como una mecánica más de la trama (y casi todas son un engendro jugable consistente en insistir y decirle a todo que sí a quien nos gusta), pero por otro, gran parte de la innovación en temas y diversidad está llegando en muchos dating sims y novelas visuales (Dream Daddy, Butterfly Soup, Heaven Will Be Mine…): o todo o nada. Me encantaría que todo esto progresase para llegar a cierta cómoda mediocridad general y luego una serie de joyas y referentes, pero mientras tanto vemos que muchas obras van a seguir subvirtiendo un género que hace años era la punta de lanza de la mecanización del amor. Y para subversión, hoy tenemos The Game: The Game.

Angela Washko es una creadora y artista que se ha sacado de la manga un dating sim que funciona un poco al revés que los demás. Aquí no somos nosotros los que perseguimos a otra persona para acabar teniendo algo con ella, sino que estamos en un bar en el que hay seis coachs del ligue (sí, esta movida acosadora existe) que van a venir a darnos la lata. La idea es mostrar con el juego cómo funcionan las mecánicas de este tipo de seducción cuando eres tú la víctima y replantearse un poco este tipo de relaciones personales.

The Game: The Game va a ser presentado en el Indicade de este año y ya ha sido exhibido en varias salas con una instalación artística que lo acompañaba, por lo que supongo que en algún momento llegará al gran público. A mí su apartado gráfico me genera un desconcierto y una náusea importante y el saber que va a ir acompañando de música de Xiu Xiu creo que hará de la experiencia algo absolutamente mareante. Lo cual me parece de puta madre, porque ya que pedimos videojuegos empáticos como Hellblade o Depression Quest, no está de más que también nos encontremos en el otro lado de estas prácticas.Página Oficial