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Boyfriend Dungeon: Amor a las armas

Boyfriend Dungeon
Boyfriend Dungeon

Es viernes y se acaba la semana (laboral), por lo que uno acaba sintiéndose algo más aventurero de lo normal, menos constreñido por la rutina y los temas clásicos de los que suelo hablar por aquí. Así que espero que quien sepa de este tema me perdone la intromisión, porque realmente no tengo ni puta idea de dating sims. Nada, cero. Evidentemente viví la explosión de amor y ventas de Dream Daddy y conozco Ladykiller in a Bind, pero de resto voy a ciegas. Explicada mi situación de intruso aquí, me van a permitir que les cuente un poco sobre Boyfriend Dungeon, cuya mezcla de géneros y propuesta me ha dejado patidifuso.

Estamos ante un híbrido entre dating sim y juego mazmorrero, lo que de por sí es un salto gordo al vacío a la hora de abandonar el habitual formato de novela visual. Pero lo curioso del tema no está sólo en la mezcla, sino en lo que pasa mientras jugamos a él. En Boyfriend Dungeon nos enfrentamos a mazmorras procedurales, con sus enemigos que matar y su rico botín que aprehender, con el añadido de que las armas que vayamos encontrando están… demasiado vivas. Tan vivas que podemos tener citas con ellas, porque tienen la capacidad de convertirse en personitas como nosotros.

A los mandos de todo esto están Kitfox Games (Moonhunters, The Shrouded Isle…), que siguen experimentando con géneros y haciendo un poco lo que les da la gana, cosa siempre encomiable.

Prometen, además del chiste de “subir el nivel de tus armas… y tu amor” que cada una de ellas se sentirá distinta en los combates y que aspiran a representar todo tipo de sexualidades y géneros. Supongo que ésta era una de las cosas que no me gustaban de los dating sims de hace una década, que eran bastante forocochero simulator, y me alegra que entre éste y los ya citados apuesten por acercarse más a la diversidad.

Eso sí, va ha haber que esperar un poquito: está anunciado para 2019.