COLABORA EN NUESTRO PATREON

Arctic Eggs: Huevos al glaciar

Jódete, DiverXO

Arctic Eggs: Huevos al glaciar 1

Una cosa puede ser muchas cosas a la vez. Y con razón ustedes me dirán que menuda mierda de introducción. Claro que una cosa puede ser muchas cosas a la vez. Pero espérense que voy a tratar de razonarlo. Algo que encuentro fascinante de la democratización del desarrollo de videojuegos, de las jams y de la experimentación, es que géneros o mecánicas que están muy asentados y a los que yo no podría imaginarles otra vuelta, de repente se pueden convertir en algo totalmente distinto. Piensen en un simulador de supervivencia o un videojuego de cocina, ¿a ustedes se les ocurriría algo como este Arctic Eggs?

El juego de The Water Museum nos pone en una situación que no terminan de explicar demasiado en el tráiler: estamos en la Antártida y somos un comerciante de gallinas ilegales. Un pollero fuera de la ley. Y para salir de semejante lugar tendremos que buscar a los hambrientos y cocinarles lo que nos pidan, fundamentalmente huevos. Entiendo que hay una capa de ciencia ficción ¿distópica? ahí que puede que se explique, pero tampoco hace demasiada falta. Al fin y al cabo el anterior juego del estudio, IBIS AM, nos hace encarnar a un ibis que ha de capturar peces para nutrir a los hambrientos (?) mientras explora un mundo devastado. Vean el tráiler:

Hay un encanto imbatible (al menos para mí) en esta ola de juegos con estética low poly, de aristas y picos, y a mí no hace falta mucho más para convencerme. Pero es el absurdo de andar cocinando huevos, panceta, cigarros (?) o lo que toque frente a peña extraña lo que me ha acabado de vender Arctic Eggs. Me quedo un poco en cuadro tras ver su funcionamiento, pero qué quieren que les diga, siempre quise ser un pollero bandido.

Arctic Eggs ya está disponible para PC, Mac y Linux. Y si no les sirve siempre encontrarán más y más moviditas en nuestro calendario indie.


Página Oficial