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Análisis: Assassin’s Creed 2 – Discovery

Análisis: Assassin's Creed 2 – Discovery 1

Hay veces en las que las consolas portátiles se convierten en meras justificaciones para sacar dinero con juegos poco elaborados o spin-offs que algunos fans fatales de la saga principal acabarán por comprar. Muchas de esas veces el juego resultante es, o bien irregular, o bien una puta mierda.

No es el caso de este juego (su nombre es muy largo y me canso si lo escribo), que viene con la misión de superar a su predecesor, Altair’s Chronicles. La cumple sobradamente, pero tengo que justificar lo que digo o mi reputación quedará en entredicho, ¿no?

Para empezar, el juego está ambientado en 1491 y tiene relación con ciertos hechos históricos que suceden en esa época, no hace falta decir cuáles viendo cómo se llama el juego, ¿eh?. Viviremos con Ezio una aventurilla secundaria con la que entretenerse entre lo pasado en Forli y lo que está por pasar con Savonarola en el juego principal y que nos sacará por primera vez de Italia.

La clave a la hora de hablar del argumento del juego es lo dicho: aventurilla secundaria. Es quizá el principal fallo, porque aunque no es malo, está claro que no está a la altura de la entrega a la que complementa, y no se vive nada más allá de un par de viajes, un par de personajes con los que tratar y varias personas a las que asesinar, con las Américas como telón de fondo y poco más. Fuera queda la progresión de Ezio de chuloputillas vengativo a madurito con barba y fuera toda implicación personal en lo que está haciendo. Es una misión para la Hermandad de Asesinos y en eso queda.

Hago chas y aparezco a tu lado

Hablo para empezar de lo peor (y en este caso no llega a malo, sino a “menos bueno”), porque quiero quitármelo de encima para pasar a lo bueno, que no es poco. Cuando introducimos el juego en la consola notamos lo primero: no hay escenas con Desmond aunque el Animus sigue, pero escondido y con poco uso. Esto no es ni bueno ni malo, pero le da más ritmo a un juego plagado del mismo.

A nivel jugable estamos ante un título que vuelve al plataformeo y que recuerda por momentos a los primeros Prince of Persia. El scroll es lateral en 2D, aunque todo el diseño de escenarios y personajes será en 3D. Hay mucha variedad en escenarios y veremos ciudades renacentistas con acabados distintos dependiendo de qué fe sea la predominante, incluso alguna que otra villa con sus arbolitos. Habrá que escalar y balancearse como en juegos anteriores, y aunque eso le resta un poco de coherencia a ciudades y alcantarillas que se vuelven laberintos de escalada, no afecta en nada a la experiencia, sino que la (cuece y) enriquece.

Dentro del juego contaremos con tres tipos principales de escenarios: de acción normal, sigilo y huida. En todos se nos premiará por las muertes sigilosas y no ser vistos (de hecho hay objetivos por misión que nos dan puntos para desbloquear trucos para el Animus, justificando así jugar con cheats), pero en los sigilosos, a cuatro veces que nos pillen la misión terminará. En los de huida, como indica el nombre, tendremos que salir corriendo de algún punto (probablemente por deber dinero) a otro, y la persecución será incansable y muy divertida. En esos momentos se premia la habilidad del jugar a la hora de ejercer de saltimbanqui, que nos ahorrará muchos disgustos en forma de señores enormes con espada.

Cuando no matemos con sigilo, normalmente en las fases de acción, tendremos que hacerlo en unos combates que han quedado muy bien implementados. Para ello dispondremos de un combo básico, la posibilidad de romper la guardia y los queridísimos contraataques (que se lo digan a Mourinho) que hay en toda la saga, durante los cuales habrá un zoom para que disfrutemos de alguna de las muchas animaciones de muerte que hay. No habrá variedad más allá de la espada, los cuchillos arrojadizos y la hoja oculta, aunque esto probablemente esté hecho para no juntar más cosas aún en el juego, que sigue siendo de portátil.

¿Rejugable? Sólo si quieres ir haciendo los niveles de manera perfecta, que te llevará un buen rato. La curva de dificultad del juego va elevándose y hay partes en las que se nos va a requerir paciencia y habilidad para no ser vistos ni una vez o para escapar de un lugar en el tiempo que se nos pide. Si tenemos esa paciencia, sí es rejugable, si no, el juego nos durará unas 4-5 horas que habrán sido muy divertidas.

Como detalle estúpido y curioso, podemos usar la cámara de nuestra flamante DS para poner nuestros bellos rostros en los carteles de “se busca”, que tendremos que arrancar para ir ganando más vida (sincronización, ya).

Técnicamente está muy por encima de la media. Hablábamos de los escenarios y hablamos de nuevo: son bellísimos. Tanto vemos una torre moruna como una villa castellana y los fondos que nos acompañan todo el rato (con diferente profundidad) dan muchísimo ambiente. Contamos con muchos tipos distintos de soldados a los que matar (cosa divertida), así que vemos que también se han estirado con los diseños de personaje y no nos han puesto a los dos mismos todo el rato.

Lo mejor del sonido es el doblaje, en (im)perfecto inglés con acento italiano. Esto se perdía en el original con el doblaje al castellano, así que a mi parecer ha sido buena idea mantenerlo aquí. El doblador no es el mismo, pero se parece, y con eso basta. Se echan de menos más secuencias, pero de ese tema ya hablamos antes. Finalmente, la música cumple pero poco más.

Concluyendo: Discovery es un muy buen juego de plataformas para consola portátil, con todos los alicientes necesarios para diferenciarse en el género y con un apartado gráfico y diseño artístico bellísimo. Sólo pincha cuando debe adoptar su propia entidad, un fallo común en la mayoría de spin-offs.

Lo mejor: Diseño artístico y gráficos. Jugabilidad muy completa y variedad en las misiones.
Lo peor: Poca ambición a la hora de ofrecer una trama atractiva y ganar entidad propia.